Piedras, ceniza, arena y lava a temperaturas de hasta 700 grados arrasaron y enterraron aldeas. Sus habitantes se quedaron sin casa, sin pertenencias, sin trabajo y llorando a sus familiares fallecidos o desaparecidos por la erupción del volcán de Fuego en Guatemala en junio del año pasado, que mató a unas 300 personas. A día de hoy, los supervivientes siguen refugiados en albergues provisionales o en casas de familiares. La solidaridad les hizo llegar un montón de ropa, pero no tenían ni dónde guardarla porque lo perdieron todo. El Club de Leones de Oleiros Club de Leones de Oleirosatendió la petición de ayuda de las Mercedarias Misioneras de Bérriz y con solo 1.500 euros, procedentes de la recaudación de sus actividades, aportaciones de socios y donativos, lograron lo que ellos mismos dijeron que "puede parecer insignificante" pero les ha supuesto, según aseguran, una "ayuda invaluable": tener un armario, una primera pieza para reconstruir un hogar.

La ayuda de los Leones de Oleiros permitió adquirir por unos 10.000 quetzales (moneda del país) diez armarios para otras tantas familias damnificadas por la erupción del volcán, la mayoría aún sin hogar. Les faltaban apenas 200 quetzales para otro armario más destinado a la familia Mijangos López, Arturo y Dominga de 63 y 58 anos respectivamente y con tres hijos, y la diferencia la aportaron los propios vecinos.

La mayoría de las familias beneficiadas tienen entre dos y tres hijos, como el matrimonio Hernández Sucúc, con dos adolescentes de 17 y 13 años. Todos ellos han firmado una carta de agradecimiento, junto a otra de las Mercedarias, que les acaba de llegar al Club de Leones de Oleiros.

Esta entidad sin ánimo de lucro reparte ayuda y esperanza sin atender a fronteras, atravesando muros y prejuicios, y combina su labor en favor de familias necesitadas del municipio de Oleiros (como la familia de Sandra Llopis, que padece una enfermedad rara al igual que su hijo adolescente que les causa ceguera degenerativa, la aniridia) y su comarca, con proyectos solidarios en cualquier país.

También el Concello oleirense colabora desde hace muchos años con las Misioneras de Bérriz de Guatemala en iniciativas relacionadas con la educación y la sanidad de la población local de las zonas más pobres.