Curtis es un municipio rural, de montaña, que en los últimos años se ha convertido en una potencia en dos sectores: la ganadería, sobre todo de leche; y la industria, con importantes polígonos empresariales e iniciativas en plena implantación como la de Inleit con una gigantesca instalación en construcción. La lucha del Concello es total para dar facilidades a todos los emprendedores, para que generen empleos y la población no se marche. Cuenta con un Centro de Información a la Mujer (CIM) que ha puesto a este concello en la cabeza de la provincia en materia de igualdad, inclusión y feminismo. Pero con todas estas medidas, Curtis en 2016 bajó por primera vez en décadas de los 4.000 habitantes. El año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) eran 3.958 vecinos. Y el próximo mes de junio les llegará una nueva puntilla, otro golpe al rural: se prevé el cierre del Juzgado de Paz y del Registro Civil.

La Corporación municipal aprobó de forma unánime la pasada semana una moción de apoyo a la permanencia de estos dos servicios públicos y gratuitos, la primera iniciativa en este sentido en Galicia, y no va a ser la última. La amenaza de cierre, que se prevé para junio, es en aplicación de la Ley 20/2011 que implica la privatización de los registros civiles y abre la puerta a la desaparición de los juzgados de paz. Para los vecinos de este concello esta supresión les supondrá desplazarse al menos 25 kilómetros, a Betanzos o a A Coruña, para gestiones como inscribir un nacimiento o defunción, acudir a actos de conciliación o pedir una fe de vida.

"No se puede hablar de acercar servicios al rural y luego dejar que lo que ahora se denomina la España vaciada siga perdiendo servicios fundamentales y cercanos", declaró el regidor, Javier Caínzos.

En Curtis, en la propia Casa Consistorial, trabaja un juez de paz y una registradora que está en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del Concello desde 2000. En los últimos cinco años han tramitado más de 4.000 expedientes.

En el año 2015 el director xeral de Xustiza de la Xunta visitó Curtis y conoció los datos: el juzgado de paz había atendido el año anterior 510 asuntos penales y 215 civiles, y en el Registro Civil, 1.883 trámites, muchos vinculados a la cárcel del Teixeiro, con más de un millar de reclusos.