La mayoría eran del Partido Popular pero también estaban presentes dos alcaldes del PSOE. Porque el problema de la despoblación del rural no distingue colores políticos. De los doce alcaldes presentes ayer en la concentración en Curtis contra el futuro cierre de los registros civiles y juzgados de paz, solo dos pueden presumir de años encadenando un aumento del padrón: Coirós, que crece año tras año y que en 2018 logró el mayor número de habitantes de su historia reciente, 1.824 gracias a políticas de subvenciones a los nacimientos entre otras medidas; y Outeiro de Rei, en Lugo. Todos quieren que garantizar servicios básicos en los pequeños municipios del interior y tomar medidas para fijar población sea "un asunto de Estado", que aborde ya el Gobierno que salga este mes de las urnas.

Los alcaldes de Curtis, Sobrado, Abegondo, Irixoa, Aranga, Coirós, Vilasantar, Boimorto, Mesía, Frades, Palas de Rei y Outeiro de Rei, junto con secretarios de registros y juzgados , secundaron la concentración en la que exhibieron una pancarta semejante a la que colgó Curtis del balcón de la Casa Consistorial, en la que se exigen servicios dignos en el rural.

"No debería haberse aprobado esta ley y en el ámbito autonómico no hay competencias, lo que se puede hacer es reformarla. En esta lucha tienen que entrar los sindicatos de forma activa y la Fegamp, porque aunque se movilicen siete mil y pico concellos por la desaparición del registro civil, tiene que haber voluntad en el ministerio. Rural vivo, sí, pero si le quitas servicios y la población envejece y se quiere centralizar todo en Santiago, Ferrol y A Coruña, no hay nada que hacer", destacó ayer el secretario del juzgado de Frades, Juan Carlos Prado.

"Aquí estuvo a punto de cerrar la cámara agraria, logramos mantenerla porque nos movilizamos. También nos movimos por los centros de salud. Se están cerrando escuelas unitarias. Así es como se acaba con el rural", subrayó la secretaria del juzgado de Curtis, Maricarmen Mahía, que además leyó un comunicado en la concentración en el que se defendía hablar de la "España abandonada, más que vaciada" y en las necesidad de "crear las condiciones para que las zonas del interior sean atractivas para vivir". Se subrayó la necesidad de luchar "unidos, de forma apartidista". para tener en el rural una vida digna en igualdad de condiciones que en la zona urbana

"Hay una moratoria de dos años de la ley pero como no empecemos a movilizarnos ahora, porque los trámites son largos y necesitamos el compromiso de los partidos para que inicien los trámites para adaptar esta ley. Para que el urbano vaya bien hace falta un rural fuerte", destacó el alcalde de Curtis, Javier Caínzos.