La Asociación de Vecinos Afectados por Infraestructuras en Cambre desarrollará un proyecto de fotografía del humedal de A Gándara, próximo a Pravio y O Cobelo, que el enlace proyectado para unir la vía ártabra y la autopista AP-9 "prevé destruir", apunta la entidad. Bajo el lema Lo que no se conoce no se ama, la iniciativa incluirá una exposición pública y se enviará un dossier con imágenes "a todas las administraciones, estatales y autonómicas, responsables del trazado que amenaza este espacio, para que conozcan esta zona", además de adjuntar el dossier a una solicitud de amparo ante las instituciones europeas, adelanta el presidente de la entidad, José Pallas.

"Pensábamos organizar una caminata guiada por un biólogo, pero un acceso masivo a esta zona sensible podría perjudicar a las especies que acoge", argumenta el presidente. La iniciativa pretende combinar la difusión y concienciación entre los vecinos con la reivindicación ante las administraciones de proteger el humedal, que las normas subsidiarias de Cambre, de 1994, delimitan como área de especial protección. "Los responsables de la política medioambiental y las instituciones que financian esta infraestructura deben conocer cómo se emplean realmente los fondos europeos", añade el representante vecinal.

"La vía ártabra se argumentó como respuesta a la necesidad de cohesión social, territorial y de dinamización económica, y con este enlace y sin garantías de la futura conexión con la autovía A-6, se queda en una superinversión pública enfocada a canalizar el tráfico hacia una autopista de peaje, que además arrasa sin reparos un espacio de especial valor natural", denuncia el presidente del colectivo.

La construcción del enlace de A Gándara que defiende la Xunta "supondrá canalizar hasta 250 metros el río Gándara y la inmediata destrucción de este humedal asociado al sistema fluvial del río Mero", apunta la asociación. "El proyecto califica al río Gándara como 'regato de menor entidad', y lo asemeja a la canalización del regato de Folgueiras (que también será canalizado a lo largo de 400 metros). Paralelamente, el enlace supondrá destruir unas cinco hectáreas de bosque autóctono, hábitat de especies vulnerables", argumenta la entidad.

En las normas subsidiarias, se determina como área de especial protección el humedal de A Gándara y la de la Tejera del río Mero "por su importancia dentro del sistema ecológico o paisajístico, con independencia de la clasificación del suelo". Por ese valor, "no se permite ninguna clase de edificación, ni movimiento de tierras, ni instalaciones de ningún tipo, ni apertura de caminos, y se prohíbe expresamente todo tipo y clase de cierres de fábrica", dictan las normas, que someten ambas áreas húmedas "a la jurisdicción de la Dirección Xeral do Patrimonio Histórico Artístico".

"La zona está incluida en el Inventario Xeral do Patrimonio Cultural de Galicia desde 1994", sostiene Pallas. Asegura que tanto Adega como la Sociedade Galega de Historia Natural apreciaron irregularidades en la tramitación del proyecto. Adega apuntó que "la ley estatal y comunitaria exigen una política preventiva de riesgos e impacto ambiental en la fase de diseño de infraestructuras, y dejar las medidas correctoras o reactivas del impacto ocasionado para cuando no es posible prever ese impacto ambiental", según traslada la asociación de afectados cambreses.