El Juzgado de lo Social Número 2 de A Coruña dejó ayer visto para sentencia el caso de Fran Amor Llopis, el estudiante de Oleiros que padece aniridia bilateral completa al nacer sin iris al igual que su madre. La familia ayer se mostró "esperanzada" tras la sesión en el juzgado en la que declaró el médico forense que emitió un informe sobre el joven, después de que se suspendiese el juicio hace unos meses al notificar incorrectamente a este testigo.

Este perito, Diego Díaz, criticó la valoración de la discapacidad que le hizo la Xunta a Fran Amor, algo que llevan denunciado los padres desde hace cinco años. Este experto del Instituto de Medicina Legal de Galicia afirmó que la valoración de los médicos de la Consellería de Política Territorial fue "parcial" porque señalaron los síntomas pero no indicaron el diagnóstico de la enfermedad en sí. El letrado de la Xunta insistió en que la valoración del joven, que quiere ir a la Universidad este año a pesar de su escasa visión, se realizó con los baremos habituales.

La familia pelea por una correcta denominación de su enfermedad, considerada rara, para poder optar en el futuro a prestaciones. "Tenemos la esperanza de que este juez nos quite de esta pesadilla", declaró la madre de Fran, Sandra Llopis, al salir del juicio.