El último pleno ordinario del mandato de Sada marcó oficialmente el arranque de la campaña. Y la contienda se perfila dura, a cara de perro. La sesión, inusualmente larga y bronca, dejó patente la falta de sintonía en el seno de la izquierda, especialmente entre Sadamaioría y el PSOE SadamaioríaPSOE, y el declive del político que encadenó décadas de mayoría absoluta y que se ausentó del pleno que decretó su paso al grupo de los no adscritos. Ramón Rodríguez Ares y el que fue su número dos, Emilio Gómez, no hicieron ni acto de presencia en un pleno que el renovado PDSP siguió desde el público, sin sitio ya en las bancadas y con una nueva presidenta que promete hacer borrón y cuenta nueva para reflotar unas siglas en horas bajas.

El portavoz y candidato del PP, Ernesto Anido, no disimuló su satisfacción por la ausencia de sus exsocios, ahora enemigos irreconcilliables. En la primera sesión tras ser absuelto en el proceso la coordinadora, Anido sacó pecho de su gestión como alcalde: "Si conseguimos la mayoría absoluta, no voy a contratar una coordinadora, voy a contratar tres o cuatro, que es lo que hace falta a este concello para poner a trabajar a alguno que otro", se jactó ante el estupor de sus rivales, que le afearon que alardee de este asunto, pese a los duros reproches de los jueces, que ven probado que amañó la plaza.

El PP no se arrugó. Llevaba preparada toda su artillería para el último pleno y disparó a diestro y siniestro. Incluso a los ausentes. La sesión dejó en evidencia la debilidad del bipartito, agudizada tras el portazo de los socialistas, y que vio cómo PSOE y PP tumbaban la consignación de fondos para la reforma del pabellón y la primera fase de las expropiaciones de As Brañas al entender que eran solo humo, mera propaganda electoral dado que las obras no podrán ejecutarse hasta el próximo mandato.

El PSOE fue duro, pero sin duda los reproches más hirientes salieron de la bancada popular. Anido no ahorró descalificativos y llegó a espetarle al regidor, Benito Portela, que no era "un acalde digno". El candidato del PP se creció, y mucho, en el turno de ruegos y preguntas. Y no dudó en recurrir de nuevo a su principal baza en las pasadas elecciones: el hotel Sada Marina.

El popular se lanzó al ataque, expresó sus sospechas de que el nuevo concesionario esta incumpliendo el pliego de condiciones, lamentó que la izquierda se opusiese al proyecto de la universidad privada Fernando Pessoa e insinuó que Sadamaioría consiente irregularidades a la actual gestora. "Usted blanqueó esa actividad o sus formas de instaurarse en Sada", le espetó al regidor antes de mostrar unas fotografías de Benito Portela, y otros regidores de gobiernos de confluencia de la provincia en un acto de partido con personas, denunció, vinculadas a la empresa que gestiona el hotel.

Anido, que quiso darle suspense a su revelación, fue descubriendo uno a uno los rostros de los protagonistas y acusó a esa "prensa cómplice" contra la que carga en todos los plenos de "mirar hacia otro lado" pese a ser conocedora del "escándalo". "Estuve callado durante meses y durante años", afirmó.

Sadamaioría contraatacó mostrando el plan de viabilidad de la delegación de la universidad privada Fernando Pessoa en el hotel. "Esta era la memoria, unas fotocopias mal hechas y todo un dossier de fotografías y de notas de prensa, ese era el plan de viabilidad, no había absolutamente nada detrás de la Fernando Pessoa", le recriminó el portavoz de Sadamaioría, Francisco Montouto, que relató que el Ejecutivo se había reunido a principios del mandato con el intermediario de la universidad, quien no les ofreció ningún estudio de demanda y al que le requirieron sin éxito un proyecto más detallado para analizar la viabilidad: "No volvieron nunca más por aquí. Usted sabrá en que consistía el proyecto", le afeó a Anido.

La respuesta desencadenó una cascada de reproches de Anido, que sacó a relucir las "trampillas", el "pocete de As Brañas", la "caseta indecente" que tienen asignada como despacho, el supuesto impago de dietas por asistencia...: "Es un auténtico desastre como alcalde", concluyó. Portela aguantó la lluvia de reproches con una sonrisa. "¿Levantamos la sesión, señor Anido?", le preguntó antes de concluir el pleno con un "suerte a todos".