Una de las primeras cosas que se encuentra cualquier persona que llegue a Arteixo desde la Autovía del Noroeste, la A-6, es una pasarela peatonal blanca con forma curva. Es una estructura que va desde Vilarrodís al área recreativa de O Seixedo y que antes estuvo ubicada en la rotonda de Sabón. El Concello de Arteixo la instaló en 2007 y en 2013 la desmontó la Xunta para poder ampliar la glorieta. El Gobierno municipal la reinstaló a principios de 2016, pero la mantiene cerrada desde entonces. Si se toma de referencia el momento en el que la estructura quedó inutilizada, la pasarela acumula casi seis años sin que ningún vecino pueda usarla.

¿Cuál es el motivo? El Gobierno local ha alegado en varias ocasiones que hay una torre de electricidad que se encuentra a pocos metros del paso elevado y que debe ser trasladada antes de poder permitir que los vecinos puedan volver a usar la pasarela.

El Ayuntamiento aprobó en el pleno hace unas semanas la expropiación de un terreno cercano para poder trasladar la línea eléctrica, que irá soterrada por la carretera de Laxobre. El Gobierno local prevé gastar 250 euros en la expropiación de la finca necesaria para ejecutar la obra. Ocupará una superficie cercana a los diez metros cuadrados en total, según figura en la propuesta del Gobierno local.

La pasarela tiene construido un acceso desde el lado de Vilarrodís y carece de él en el lado del área recreativa de O Seixedo, ya que el Concello quería evitar que los vecinos la usasen mientras no se trasladaba la torreta.

El paso elevado antes estaba ubicado al lado de la rotonda de Sabón. Allí la instaló el Concello de Arteixo en el año 2007 para facilitar el paso de peatones entre la avenida de Fisterra y Vilarrodís. En esta ubicación solo estuvo seis años en total.

La Xunta desmontó la pasarela en el verano de 2013 debido a que la estructura era incompatible con la reforma de la rotonda de Sabón, que pasó a tener dos niveles de altura. Las piezas permanecieron en una parcela de un restaurante cercano durante varios meses hasta que el Concello inició los trabajos para reinstalarla a la altura del área recreativa de O Seixedo.

Las obras para reinstalar la pasarela acabaron a principios de 2016, pero los vecinos siguieron sin poder utilizarla porque el Concello decidió que el paso elevado continuase cerrado mientras no se trasladaba la torre de electricidad.

Algunos vecinos se cansaron de esperar a que el Concello abriese la pasarela, que carece del acceso en el lado del área recreativa, y llegaron a idear una solución improvisada: colocaron un trozo de hormigón y un contenedor para poder cruzar de un lado a otro por el paso elevado. En los últimos meses, el Ejecutivo municipal ha vallado este acceso para impedir el tránsito de residentes.

Mientras no se abre la pasarela peatonal, los vecinos deben ir hasta la rotonda de Sabón, donde deben cruzar por los pasos de cebra regulados por semáforo. O bien ir por calle Ponte y salir hacia Laxobre.

El Ayuntamiento construyó al lado de la pasarela un nuevo parque infantil, que está ubicado en el lado más próximo a Vilarrodís.