Puede que los empresarios del sector crean que este local es gafe, después de dos rescisiones de contrato, dos adjudicatarias con impagos de la renta al Concello y ahora, la segunda vez que el contrato para coger de nuevo la gestión del restaurante municipal de A Fábrica en Perillo quede desierta. Nadie presentó ofertas al contrato que sacó de nuevo el Ayuntamiento el pasado marzo por una renta mínima de 18.392 euros al año.

Al Concello ya le sucedió esto en 2014, cuando sacó a concurso la gestión de este local tras la resolución del contrato con la concesionaria, y quedó desierto a pesar de rebajar el canon. Luego fue a adjudicación directa, que tampoco le funcionó porque la concesionaria también dejó de pagar y cerró el restaurante al acabar 2018.