La Xunta no concede la autorización necesaria al proyecto de la planta de residuos industriales que la empresa Gesmaga pretendía ubicar en un monte cercano a la localidad de Santa Icía, en la parroquia de Morás. La Consellería de Medio Ambiente hizo público ayer, a menos de una semana de la celebración de las elecciones municipales, la declaración de impacto ambiental, en la que informa desfavorablemente a las pretensiones del promotor de esta instalación, que suscitó el rechazo de los vecinos de Arteixo y A Coruña.

El Gobierno gallego señala en su resolución que "la ejecución de la planta de valorización y almacenamiento de residuos en la localización propuesta provocaría impactos ambientales significativos, principalmente sobre el patrimonio natural y el paisaje". También argumenta que el "promotor no justifica la localización escogida a pesar de que se le requirió reiteradamente que basara su elección en un análisis que debería contemplar una o más localizaciones, fundamentalmente en polígonos industriales próximos" y que "no existen medidas correctoras que eviten el efecto transformador que la ejecución de la planta tendrá sobre la paisaje".

Gestión Maracaná Galicia (Gesmaga) inició en el año 2017 la tramitación necesaria para obtener los permisos administrativos para la construcción de una planta de tratamiento de residuos industriales en dos parcelas ubicadas al borde del Camiño dos Romeiros, que comunica Santa Icía y Pastoriza. Los planes de esta compañía chocaron frontalmente con las críticas de los vecinos de A Coruña y Arteixo, que criticaron la propuesta.

Esta instalación, que ahora ha sido rechazada, se hubiera ubicado a un kilómetro del núcleo de Santa Icía y una distancia similar de los edificios de viviendas de Novo Mesoiro, ya en el concello vecino de A Coruña. Este nuevo complejo también se ubicaría a 1.100 metros de O Quinto Pino y a 1.200 de O Moucho.

Los residentes se opusieron la ubicación de la instalación debido a la cercanía a varias poblaciones y al posible impacto ambiental.

El Concello de Arteixo dejó en manos de la Xunta la decisión de autorizar la planta. El alcalde, Carlos Calvelo, aseguró que el Gobierno local daría su permiso al proyecto si superaba el trámite ambiental y pidió esperar a que la Xunta se pronunciara. "Denegar la licencia es un acto de prevaricación administrativa", argumentó el regidor.

Proyecto de Gesmaga

La empresa pretendía construir una planta de tratamiento de "residuos industriales no peligrosos" que albergase dos zonas de acopio de material reciclado y una nave en la que habrá una machacadora móvil, un lugar para descargar y clasificar los residuos y una zona para ubicar contenedores, según señalaba el proyecto que Gesmaga presentó a la Consellería de Medio Ambiente. La ubicación escogida por la firma fueron unos terrenos situados al borde un camino forestal.

El proyecto de Gesmaga indicaba que "los trabajos de valorización se harán al aire libre inicialmente" con un proceso de clasificado manual "con operarios" y posteriormente se trituraría "la materia pétrea" con una "machacadora móvil".