El Concello de Culleredo no prevé tener que realizar una nueva exposición pública del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) pese a tener que rebajar casi a la mitad la previsión de nueva vivienda, de acuerdo al dictamen de los técnicos municipales. El Gobierno local explica que no se prevé que la reducción de suelos edificables suponga cambios sustanciales, que obligarían a abrir un nuevo periodo información pública y recepción de alegaciones.

Los técnicos del Ayuntamiento dictan que, de acuerdo a las previsiones de crecimiento poblacional, según datos demográficos recientes, se debe reducir la previsión de nuevas viviendas en casi 3.000, lo que permitiría construir unas 4.000, dado que el proyecto urbanístico preveía hasta ahora 7.339 nuevos hogares, tras aplicar una rebaja exigida por la Xunta. Los redactores ya habían tenido que rebajar la previsión en un 4,7% con respecto al documento expuesto al público en 2013, que autorizaba la construcción de 7.763 viviendas nuevas.

El alcalde, José Ramón Rioboo, explica que la reducción en la previsión de nuevas viviendas responde a las previsiones de crecimiento poblacional. Frente a los cálculos iniciales que estimaban un incremento de unos 15.000 habitantes, los últimos datos apuntan a que el aumento de habitantes en el municipio alcanzará en el periodo de vigencia del plan un máximo de 9.000 residentes, por lo que los técnicos municipales exigen rebajar las previsiones de vivienda.

El regidor elude por ahora adelantar qué soluciones barajan los técnicos y el equipo redactor para suprimir suelos edificables y cumplir con la exigencia de rebajar nuevas viviendas. Varios grupos de la oposición, preguntados durante la campaña electoral por sus propuestas para el PXOM, apuntaron a la supresión de un gran suelo urbanizable previsto en A Zapateira como una solución viable para reducir el número de nuevas viviendas sin ocasionar grandes alternaciones al conjunto del plan urbanístico.

La rebaja de nuevas viviendas centra las "fuertes discrepancias" entre los técnicos municipales y el equipo redactor „menos proclive a modificar el plan„ que bloquea el avance del documento desde hace meses. El pasado mes de octubre, el Ayuntamiento explicó que los técnicos analizaban el documento y buscaban soluciones para intentar pulir sus diferencias y llegar a un acuerdo que permita continuar con su tramitación para someterlo a aprobación provisional en el pleno municipal, paso previo a enviarlo a la Xunta para que lo revise y decida si le concede o no la aprobación definitiva y entrada en vigor.

El enero de 2018, los responsables del plan ya tuvieron que rebajar la vivienda nueva en un 4,7% de acuerdo a las exigencias de la Xunta. El Gobierno local, que entonces contaba con la documentación completa del plan y 70 informes favorables de más de 50 administraciones, confiaba entonces en el primer trimestre del año. Ahora elude dar plazos.