La insuficiencia de los recursos económicos destinados a promover la igualdad en los concellos es una de las preocupantes conclusiones que arroja el informe final del programa Compartimos plan, el diagnóstico elaborado por la Diputación con la participación de más de 2.000 personas. Este concienzudo análisis de las políticas de igualdad en los concellos de la provincia fue presentado el pasado 23 de mayo por la diputada de Igualdade e Benestar Social, Ánxela Franco, que falleció una semana después y que en su última comparecencia como responsable del ´área anunció la pronta aprobación de un Plan de Igualdade para "eliminar la discriminación de las mujeres"

Los resultados de Compartimos plan por comarcas pueden consultarse en la web. Esta radiografía a la que dedicó año y medio de trabajo el departamento de Igualdade de la Diputación permite conocer las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de las políticas dirigidas a promover la paridad en la provincia. En el área coruñesa, cinco de los nueve ayuntamientos admiten que los recursos económicos asignados a igualdad son insuficientes y el panorama empeora si se pone la lupa sobre el área betanceira, en la que siete de los diez ayuntamientos reconocen la escasez de partidas específicas y su dependencia de ayudas de otras administraciones.

El análisis provincial llama la atención sobre el hecho de que la inversión realizada en igualdad por habitante en el área coruñesa es inferior a la media provincial: 1,56 euros por habitante de media en acciones de igualdad frente a los 1,9 de media en la provincial. El déficit de servicios especializados es otro punto débil. El área coruñesa solo dispone de tres CIM (en A Coruña, Arteixo y Culleredo), el 10% de los de la provincia, pese a que concentra el 35% de la población.

Otra de las debilidades que evidencia este estudio es la insuficiencia de personal asignado al departamento de igualdad en los concellos. En el área de A Coruña, cinco de los nueve ayuntamientos reconocen que los recursos humanos son insuficientes y que el personal adscrito asume una "importante carga de trabajo". La situación empeora en el área betanceira, en la que solo cuatro de los diez concellos disponen de personal con formación especializada o experiencia acreditada y tres de cada cuatro realizan su labor con contratos laborales temporales y, en algunos casos, a tiempo parcial.

Otra de las debilidades que deja en evidencia este análisis es el hecho de que la igualdad "no cuente con un papel prioritario en las estructuras de gobierno". En la comarca de A Coruña, solo tres ayuntamientos tienen concejalías específicas y los diez concellos del área betanceira carecen de un departamento individualizado y en la mayoría de los casos está incluida en servicios sociales, "con lo que las políticas de igualdad tienen un carácter asistencialista" y "limita que se perciba como un trabajo que debe ser asumido por los diferentes departamentos".

Precisamente esa ausencia de transversalidad es otro de los puntos flacos que detalla el estudio. La falta de coordinación interdepartamental provoca la inexistencia de una "estrategia transversal", algo a lo que contribuye el "bajo compromiso e implicación del personal técnico de otras áreas".

En el lado opuesto, en el de las fortalezas, el análisis apela a los avances en paridad en las corporaciones locales, aunque las mujeres sigan infrarrepresentadas en las alcaldías. Las entrevistas a colectivos, personal municipal y políticos apunta también a la percepción de un mayor compromiso. La existencia de estructuras de coordinación interinstitucional para casos de violencia de género y el alto desarrollo de acciones y actividades encaminadas a favorecer la conciliación y la inserción laboral de las mujeres son otros de los avances que constata el informe.

El diagnóstico elaborado por la Diputación detalla otros avances en materia de igualdad en la comarca que invitan al optimismo, como el incremento del presupuesto estatal, autonómico y provincial para promover la igualdad y combatir la violencia de género, la elaboración de planes estratégicos por parte de las distintas administraciones y la existencia de un tejido asociativo cada vez más concienciado y que realiza un importante trabajo en esta materia son algunas de las oportunidades que detalla el estudio, que incide en la importancia lograr una mayor coordinación.