La modificación de las normas subsidiarias del Concello de Cambre que promueve el Grupo Malasa en Costa da Tapia ha visto acelerar su tramitación después de que la Consellería de Medio Ambiente haya decidido no someter el proyecto al procedimiento de evaluación ambiental estratégica ordinaria.

El grupo empresarial promueve esta modificación de las normas para que las antiguas naves industriales que están en O Temple, anexas al edificio donde tienen su sede social, sean demolidas, los terrenos sean reclasificados y pasen de urbano no consolidado a consolidado; y que en las parcelas con frente a Costa da Tapia se aumente su edificabilidad de 4 a 5 metros cuadrados por metro cuadrado, y que la altura máxima de los futuros edificios a construir no sea de bajo y tres plantas como recoge la normativa urbanística sino de bajo y cuatro (el bajo cubierta no computaría).

Malasa subraya que presenta este proyecto en virtud de un convenio que firmó en 2000 con el Concello de Cambre, y porque no lo cumplió: la empresa cedía terrenos de su propiedad para equipación pública: el cuartel de la Guardia Civil, un parque, terrenos para el campo de fútbol en A Barcala. Señala que es "evidente el beneficio para el interés general" de esta cesión que hizo pero le supuso un "perjuicio" por incumplir "reiteradas veces" el Concello el acuerdo, aunque matiza que por causas ajenas a la Administración.

El convenio preveía que a cambio de ceder estos terrenos, dos parcelas de Malasa, donde están las naves y detrás una casa, serían dotadas de edificabilidad cuando se aprobase el plan general, aún en redacción. En caso contrario, la empresa recibiría indemnización.

Esta modificación de las normas ha superado el trámite ambiental al considerar que "no se esperan efectos ambientales significativos" y además "favorece la continuidad de la malla urbana consolidada, crea nuevos espacios libres que dan permeabilidad a la manzana y elimina sus usos industriales" en un casco urbano.

Durante el período de consultas previas de este plan la Dirección Xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo señala que con esta actuación se prevé crear un itinerario peatonal "sin acreditar su obtención y gestión". Respecto a la alegación del grupo empresarial de que con este proyecto se eliminarían "elementos industriales obsoletos" y se ganarían espacios libres, verdes y residenciales que darán "mayor salubridad" al centro de O Temple, la Xunta replica que la eliminación de las naves industriales "ya está contenida en la ordenación actual".

Respecto a que se construirá un aparcamiento público anexo, en la rúa Estanque, muy beneficioso para la población, Urbanismo de la Xunta replica que dicho aparcamiento "también es posible en el planeamiento actual", es más, con esta modificación que propone la empresa "el aparcamiento no es público en su totalidad".

Destaca también que el aumento de edificabilidad que se propone es "superior" y eso implica aumentar las dotaciones públicas y categorizarlo como urbano no consolidado. Recuerda que los mapas estratégicos de ruido oficiales disponibles en el frente de Costa da Tapia se superan los niveles de ruido ambiental máximos permitidos por la legislación pero la ley permite que los Concellos "por razones excepcionales de interés público debidamente motivadas" puedan conceder licencias de construcción de edificios aunque incumplan los objetivos de calidad acústicos.

El Grupo Malasa engloba a un gran número de empresas, la última de ellas de promoción inmobiliaria, Fontelixelas Real State, que inició actividad al día siguiente de las elecciones, el 27 de mayo, y se inscribió el día 31 en el Registro Mercantil,con los fines de: construcción, promoción, acondicionamiento, rehabilitación, uso, arrendamiento, explotación (...) de edificios, viviendas, locales, naves industriales y comerciales", etc.