"Tenemos una asignatura que es Valores Éticos y cuando la profesora nos habló de esta iniciativa me pareció muy buena idea porque en clase vemos películas y eso, pero es más teórico. Esto era algo grande y práctico, ayudamos de verdad a gente que lo necesita y te sientes realizado", afirma el alumno Xabier Domínguez, uno de los responsables de organizar el Loco Festival que se celebró ayer en el instituto Miraflores de Oleiros con el objetivo de fomentar la concienciación social y recaudar fondos para la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).

Lograron reunir unos mil euros que se utilizarán para dos proyectos: Mind the Gup, de lucha contra la brecha en educación en Uganda, Kenia, Ruanda y Pakistán; y Educa a un Niño, que tiene como fin escolarizar a niños refugiados de Asia, África y Oriente Medio.

El Miraflores fue uno de los cuatro centros educativos de Galicia que se volcó en esta iniciativa de Acnur con motivo de la celebración del Día Mundial del Refugiado. "Yo imparto en tercero la asignatura de Valores Éticos y les propuse organizar este festival, que ha tenido mucho trabajo, porque solo tienen una clase a la semana. Han estado trabajando durante y trimestre y medio", contó ayer la profesora Ana Oulego. El instituto, tras decidir apoyar a este organismo de la ONU de ayuda a los refugiados, recibió material didáctico para clase y merchandising (bolsas, camisetas, chapas, pulseras), que ayer vendieron en las mesas de las aulas que sacaron a la pista cubierta para celebrar el festival. Además de vender estos productos, los estudiantes trajeron de sus casas otros como bocadillos, bizcochos, empanada y tortilla, de los que vendieron raciones.

Se repartieron rifas también, diseñadas por Xabier Domínguez, para el sorteo de productos que los jóvenes lograron que les donasen empresas y locales de Oleiros y O Temple (Culleredo): maquillaje, pelotas de tenis o una sesión de peluquería, entre otros. La celebración de este festival de recaudación fue el acto final a todo el proyecto dirigido a concienciar y sensibilizar sobre este problema que afecta a millones de personas.

Para contar con más público hicieron coincidir este festival con el acto de fin de curso (con actuaciones musicales con guitarra, trombón, piano, saxo y también baile). "Dio trabajo, hubo algún fallo, pero valió mucho la pena. Lo que recaudemos todos los centros, todo suma", dice Domínguez, que ayer cumplió 16 años.