El Tribunal Administrativo de Contratación Pública de Galicia ha rechazado admitir el recurso que presentó la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción de A Coruña (Apecco) contra 33 contratos de obra licitados simultáneamente por la Diputación dentro del Plan de Conservación de Vías Provinciales 2019.

Apecco impugnó los 33 contratos que sacó el pasado mes de mayo la Diputación para realizar las obras habituales de mantenimiento de carreteras provinciales en los concellos: bacheos, apertura de tajeas, refuerzos del firme, reposición de señalización viaria. La asociación considera que el procedimiento correcto era un solo contrato con diferentes lotes de obras y no 33 contratos diferentes.

Para presentar un recurso especial todas las licitaciones tenían que tener un valor mínimo que marca la ley, más de tres millones de euros en caso de obras y servicios. En el caso de las licitaciones de la Diputación ninguna alcanzaba el valor mínimo y por lo tanto no eran susceptibles de recurso especial y por lo tanto el Tribunal Económico resolvió ya de inicio inadmitir el recurso aunque hizo varias consideraciones.

El Tribunal de Contratación destaca que la elección de configurar la contratación es competencia del órgano que contrata y recuerda que un contrato no puede fraccionarse para disminuir la cuantía y eludir los requisitos de publicidad. Este órgano considera que según la jurisprudencia comunitaria, si el objeto del contrato es único y se divide en diversos expedientes habrá "fraccionamiento indebido" pero no lo habrá si el objeto del contratado por separado no conforma una "unidad funcional técnica y económica". Añade que no "existen datos objetivos dentro de la "función revisora" del tribunal para poder afirmar que el objeto de las distintas licitaciones cuya cuantía quiere acumular Apecco, constituya una unidad.

La Diputación negó que hubiese fraccionamiento de contrato y alegó precisamente que son obras con una "funcionalidad propia y específica", autónomas, sin vínculo entre ellas salvo que se licitaron simultáneamente, aunque pudieron sacarse de forma escalonada. Apuntó que esto no impedía que las empresas pudiesen concurrir a los contratos que quisiesen "garantizándose así una mayor concurrencia y participación" y si se dividiese en lotes, perjudicaría a las pequeñas y medianas empresas.