El estudio del tráfico que realiza anualmente la Xunta indica que la vía ártabra tiene poco uso, aunque aumenta cada año, de forma muy lenta. Sin embargo, la calzada ya tiene tramos con el asfalto totalmente destrozado. Los grafiteros han tomado todas las vallas y pantallas anti ruido del vial y la maleza, y sobre todo los plumachos, una de las plantas invasoras más agresivas, siguen presentes en ambas márgenes de la vía. El tramo de la ártabra con más daño en el asfalto es el del vial de entrada desde la zona de Arillo. Existen zonas donde la maleza, sobre todo tojos, ya se han saltado las biondas y otras plantas ya campean por el arcén y se acercan a la calzada.

Ya se han cortado en varias ocasiones los plumachos pero ahora mismo están de nuevo floreciendo. Por ahora apenas es visible porque florece a finales de verano, aún se ven pocos plumeros blancos, pero ya han salido muchos ejemplares. En dos meses serán mucho más visibles. El alcalde de Oleiros la pasada semana reclamó a la Xunta que eliminase estos ejemplares de forma efectiva.

Existen otros tramos de la ártabra, como la salida hacia el centro de Oleiros viniendo de Arillo, en los que puede verse cómo la maleza de los taludes ya oculta casi totalmente un enorme panel informativo para que los conductores sepan qué dirección tomar. A pesar de que no debe ser fácil meterse por esta vía por el peligro que supone, los grafiteros lo consiguieron y han pintado prácticamente todas las pantallas además de alguno de los muros de piedra al borde de esta vía.

En 2018 la variante de Oleiros de la vía ártabra fue utilizada por 4.432 vehículos diarios frente a los 3.988 de 2017. El tramo del vial en Castelo, entre Sada y Oleiros, sí ha registrado un mayor incremento de circulación: el año pasado fueron 5.071 vehículos frente a los 4.230 de 2017. Siguen circulando pocos vehículos, a la espera de la conexión ya licitada con la AP-9, pero sí ha habido un incremento de los pesados, los camiones. En la variante de Oleiros nunca se pasó de un 1,9% del total y el año pasado subió al 2,1%, quizá por el boom de la construcción en el municipio.