Caridad, humanidad y espiritualidad se dieron la mano ayer en Arteixo en el Eid al Adha, una cita conocida también como Fiesta del Sacrificio o Fiesta del Cordero. La celebración pone fin a la peregrinación a la Meca y a los 70 días del Ramadán, y recuerda el sacrificio de Ibrahim (Abraham) a su hijo Ismael (Isaac). El Señor ordenó a Abraham que le ofreciera, en el monte Moria, a su hijo en sacrificio. Cuando vio que estaba dispuesto a cumplirlo, a pesar del dolor que para el padre suponía, el Señor le dijo que cambiara a su hijo por un cordero. Un ritual que se repite entre los dos millones de personas que constituyen la comunidad musulmana en España.

Arteixo también se unió a este celebración. El cabeza de familia mata al animal sin sufrimiento mediante el método Halal, que deja que el cuerpo expulse toda la sangre. Los creyentes en Alá veneran de esta manera al profeta Ibrahim, un hombre que buscó sinceramente a Dios en su corazón que fundaría un templo (la Kaaba) levantado con sus propias manos y ayudado por su hijo.

Las mejores chilabas y pañuelos se repitieron ayer en una fiesta „gran comida en casa„ en la que tan solo un tercio de la carne es destinado al consumo propio, pues la mitad se reparte entre los más necesitados (fukara). Y también entre vecinos y amigos.

Para poder participar en este homenaje, las familias ahorran durante meses para poder comprar un cordero macho, que pesa aproximadamente quince kilos. Además, debe ser mayor de seis meses. Paradójicamente los corderos españoles son muy apreciados en esta fiesta tanto en el Magreb como en Francia y Alemania.

Reivindicación

La mezquita ubicada en la calle Pose, que carece de ayudas institucionales y se mantiene con las aportaciones de los usuarios musulmanes, cuenta con el imán Abdelasis, quien subraya la importancia de disponer de un cementerio musulmán propio en la zona, ya que repatriar un cadáver musulmán a su país de origen cuesta una media de 6.000 euros "Amor, contra el terrorismo, respeto e integración", son los principios de la religión más importantes para el imán.

La comunidad musulmana de Arteixo lleva reclamando un camposanto civil desde 2014, pues en la zona todos los camposantos son católicos, salvo uno protestante.