El conflicto entre el Concello de Cambre y la empresa que explota el Pazo de Brexo dio ayer un nuevo paso con la admisión por el Gobierno local de que ese recinto había acogido banquetes de bodas en los dos últimos fines de semana a pesar de la prohibición que se había dictado y el precintado del edificio, ya que la empresa Catering Josmaga no dispone de licencia municipal para realizar esa actividad en las instalaciones. Ante esta actitud, el Concello anunció ayer que volverá a precintar el pazo y que impondrá a la empresa una multa de 10.000 euros, que podrá reiterar hasta llegar a los 30.000 si mantiene su negativa a acatar las órdenes municipales.

El Concello había precintado el pazo el 2 de agosto ante la negativa de la empresa a cumplir la orden dictada el 12 de abril para que interrumpiese la celebración de bodas, que fue acompañada entonces del corte del suministro de agua, mientras que el día del precinto también se acometió el corte del abastecimiento de electricidad. El Gobierno local impuso además a Catering Josmaga una multa de mil euros por incumplir sus obligaciones y trasladó los hechos a la Fiscalía por fi fueran constitutivos de delito.

Pese a estas medidas, al día siguiente hubo un banquete en el pazo, según constató la Policía Local, que interpreta que los responsables del establecimiento rompieron el precinto. El Gobierno local ordenó entonces el día 8 que el pazo volviera a ser precintado, aunque solo dos días más tarde volvió a celebrarse un banquete de bodas allí.

La Asociación de Emprendedores de Galicia (Ascega), colectivo que denuncia desde hace meses la actividad de pazos y edificios históricos a los que acusa de albergar actividades hosteleras sin disponer de los permisos necesarios, informó al Concello de que Catering Josmaga continuaba con la organización de banquetes en el pazo de Brexo tras haber sido precintado, para lo que aportó fotografías de esos acontecimientos, en las que incluso aparece un vehículo de la empresa, además de imágenes publicadas en redes sociales por los asistentes a esas celebraciones en las que aparecen documentos que acreditan la fecha y el lugar en el que se desarrollan.

Ascega asegura que pese a que se procedió a interrumpir el suministro de agua y luz, el pazo contó con ambos servicios durante los banquetes. La campaña emprendida por esta asociación llevó a que llevó la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU) pusiera en marcha una investigación sobre cinco establecimientos de este tipo en la provincia, dos en el área metropolitana coruñesa, otros dos en A Costa da Morte y uno más en la comarca de Betanzos. Las denuncias de Ascega motivaron además que el Concello de Bergondo prohibiese en los últimos meses acoger banquetes a tres pazos de este municipio.