Vilasantar es un municipio pequeño y rural que lleva décadas perdiendo población de forma continua (ahora tiene 1.225 habitantes y llegó a tener unos 2.000 en los años noventa). Sin embargo, hace tiempo que emprendió la lucha para revertir esta tendencia. Una de las últimas medidas la ha tomado el Ayuntamiento. Acaba de sacar la convocatoria de ayudas a la natalidad. Ha reservado una partida de 3.000 euros y otorgará un máximo de 500 euros por cada hijo nacido, acogido o adoptado entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de este año en curso. En el caso de nacimientos, acogimientos o adopciones de hijos con alguna discapacidad y que tengan reconocido un grado igual o superior al 33% la cuantía de la ayuda podrá llegar a los mil euros.

Las familias beneficiarias de esta convocatoria deben estar empadronadas en el municipio (al menos un progenitor debe vivir en el concello como mínimo con seis meses de antigüedad) y deben empadronar al hijo. Al menos un progenitor debe comprometerse a permanecer censados en el municipio, junto a su hijo, por lo menos un año.

El Concello también ha promocionado el colegio de Présaras (que obtuvo un premio estatal) con anuncios para fomentar el aumento de matrículas.