El Concello de Miño asegura que la deuda municipal en estos momentos asciende a unos 22 de millones de euros tras aprobarse la cuenta general del ejercicio de 2018. Del total, más de siete millones corresponden a los intereses por sentencias judiciales de diciembre de 2018 favorables a los expropiados de Fadesa que el anterior Ejecutivo dejó sin pagar y que ha generado todavía más intereses de demora, según afirma el Ejecutivo que encabeza el socialista Manuel Vázquez Faraldo.

El Concello afirma que "una de las principales cuestiones que es intentar alcanzar un acuerdo extrajudicial con los expropiados" y califican la situación de "difícil".

El alcalde se ha reunido ya con Diputación y Xunta para recabar su colaboración de cara a elaborar un plan de ajuste viable, que tendrá que presentar antes del 13 de septiembre, fecha tope para presentar la solicitud de la moratoria ante Hacienda.