El alcalde de Cerceda, José García Liñares, hizo pública ayer su estrategia tras la sentencia que le inhabilita ocho años a ejercer cualquier cargo o empleo público. Aprobó en el pleno, junto a sus compañeros del PSOE, una propuesta en la que reconoce que no puede continuar en la Alcaldía tras su inhabilitación de ocho años y que le concede un plazo de diez días hábiles para presentar por escrito su renuncia. Pero al mismo tiempo anunció que tiene previsto llevarla a los tribunales para que aclaren su situación jurídica, lo que, según la misma estrategia, paralizaría cautelarmente el acuerdo y le permitiría continuar en el cargo. Esta hoja de ruta ha sido diseñada por el ex ministro socialista de Justicia, Francisco Caamaño, y el abogado Carlos Seoane, en un informe que elaboraron a petición de García Liñares.

El documento justifica que el alcalde no dimita porque "debería estar en su pleno derecho de ejercer el cargo público para el que fue elegido" y que solo debería abandonarlo si la sentencia penal "deviene en firme y definitiva". En este caso el fallo es recurrible y el regidor podría acudir a varias instancias judiciales. Pese a este razonamiento, los autores del informe finalmente concluyen que el pleno debería declarar "la incompatibilidad" del regidor y que este debería recurrir esta propuesta para lograr la suspensión del acuerdo y que un tribunal decidiese finalmente si Liñares puede seguir.

El informe asegura que la renuncia al puesto con una sentencia no firme es "una medida en el límite de lo constitucionalmente admisible", que "solo resulta proporcionada en tanto que sirve para evitar que personas sobre las que existe una fundada sospecha de colaborar con organizaciones ilegales" que "puedan concurrir a unas elecciones y beneficiarse de ayudas públicas".

El regidor confirmó que prevé presentar un recurso contra el acuerdo del pleno."Mi intención es interponerlo. Ya me dirán los tribunales si lo aceptan o no", dijo. La sesión plenaria fue convocada el jueves al mediodía para las ocho de la mañana siguiente y los grupos de la oposición no pudieron ni siquiera disponer previamente de la propuesta que se sometió a votación para analizarla. La conocieron en el propio pleno, al que solo acudieron tres de los cinco concejales del PP. El único del BNG se ausentó. Ni el secretario ni la interventora estuvieron presentes, por encontrarse de vacaciones.

Los ediles populares votaron en contra porque no tuvieron "tiempo para pedir la documentación" y por considerar que la forma correcta de proceder sería que el pleno tomase "conocimiento de la sentencia" y pidiese la certificación del siguiente miembro de la lista del PSOE, según argumentó la edil Celia López.

García Liñares sostuvo en la sesión que debe defenderse "hasta donde pueda mientras" crea en su "inocencia" y que "no hay nada" que le pueda impedir "llegar al Constitucional". "Hay distintas interpretaciones. Cuando se pronuncie el tribunal, acataremos, Aquí ningún tribunal ha dicho que tenga que cesar", afirmó el alcalde tras las críticas del PP por no querer acatar la sentencia que le inhabilita ocho años. Liñares manifestó además que es necesario que haya "una sentencia firme" pueda ser efectiva.

El Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña ha condenado al alcalde de Cerceda, José García Liñares, a ocho años de inhabilitación para ejercer cualquier cargo o empleo público por un delito de prevaricación administrativa por irregularidades en la contratación de las obras del jardín botánico en el año 2015. Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia han confirmado que la sentencia ya ha sido comunicada al procurador y que "consta en el juzgado que fue notificada al acusado".

La Ley de Régimen Electoral considera incompatible con la condición de concejal la condena por sentencia, "aunque no sea firme", por delitos contra la Administración Pública.

La condena que se conoció a principios de mes es la segunda a la que se enfrenta Liñares, ya que el pasado invierno también fue inhabilitado por otro juez, aunque la Audiencia Provincial anuló el juicio y mandó repetirlo.