En agosto de 2018, los obreros llegaron al núcleo de As Eiras, en Meicende, para ejecutar la demolición de las edificaciones en ruinas y ejecutar la urbanización de la calle Ecuador y de la travesía de Meirás. Un año después, las casas han desaparecido, pero los trabajos para construir las aceras y ampliar la calzada han quedado a medio hacer. Desde hace semanas no hay operarios. Los vecinos tienen que caminar sobre tierra, ya que la calzada ha quedado sin asfaltar.

Era una obra con un plazo de duración de dos meses y ya ha superado los doce desde que empezó. Esta es una actuación que el Gobierno local de Arteixo diseñó para derribar los edificios en ruinas de la zona y acabar con el tráfico de drogas existente.

¿Cuál es el motivo que alega el Concello para justificar la paralización de los trabajos? Señala a un vecino que no quiere abandonar su casa, que fue expropiada. El Ejecutivo municipal explica que está "pendiente de una resolución judicial" para poder desalojarlo y que en las próximas semanas realizará la petición. Mientras tanto, asegura que realiza un mantenimiento en la zona de la obra para que sea transitable para los peatones y los coches.

Los residentes ya han alertado de que no hay avances en esta actuación desde hace tiempo. El presidente de la asociación de vecinos San Xosé Obreiro de Meicende, Orlando Bello, reclamó al Gobierno local la pasada primavera que "termine de una vez esta obra" y también afirmó que hay "poca" vigilancia policial para combatir el tráfico de drogas existente.

En el margen derecho de la calle Ecuador, si se accede desde la travesía de Meicende, ya está ejecutada la acera y las edificaciones en ruinas ya han sido demolidas. Los trabajos están mucho menos avanzados en el lado izquierdo, donde no hay acera. La calle está sin asfaltar en varios tramos, especialmente en el tramo final de la travesía de Meirás, en la que solo hay tierra.

El Gobierno local inició a principios del mes de agosto del pasado año la demolición de las casas en ruinas situadas en el lugar de As Eiras para posteriormente urbanizar la calle Ecuador y la travesía de Meirás. El plazo de ejecución establecido para esta actuación era de dos meses. El primer día no hubo incidencias de consideración. Lo único que ocurrió fue que la Policía Local tuvo que retirar un coche que estaba muy cerca de la zona de las obras.

La primera dificultad que tuvo que afrontar esta actuación fue un vecino que se negó a abandonar su casa pese a que había sido expropiada.

El Gobierno local aprobó la expropiación de 16 fincas en As Eiras, entre las cuales se encuentra la vivienda de este residente, al que no se le abona la expropiación porque no ha conseguido acreditar ser el propietario de esta edificación. El Concello aseguró que desalojaría a este residente en caso de que no hubiera un acuerdo. Hasta ahora este vecino no ha tenido que dejar su vivienda.

El Ayuntamiento admitió antes de empezar la obra que As Eiras es "un foco de problemas" debido al "trapicheo de drogas" que hay en algunas viviendas. El Ejecutivo reconoció las dificultades para combatir este problema. "Los esfuerzos policiales suelen chocar con la dificultad para encausar judicialmente a los protagonistas del trapicheo de drogas, que suelen librarse de penas mayores de cárcel y ser simplemente juzgados por delitos menores", argumentó el Concello.