Al menos diez hectáreas de monte arbolado y monte raso de A Zapateira en Culleredo ardieron ayer por la tarde en un incendio del que se sospecha que fue provocado y que obligó a movilizar a un gran número de efectivos por tierra y aire para evitar que afectase a la tercera ronda y al tráfico del aeropuerto de Alvedro, en las cercanías.

Cuatro helicópteros, tres hidroaviones, cuatro agentes forestales y ocho brigadas con seis motobombas y una excavadora llegaron a participar ayer en las labores de extinción contra este incendio forestal iniciado sobre las 16.15 horas en la rúa Polvorín en la parroquia de Rutis, entre el campo de golf de A Zapateira y la residencia Siglo XXI, muy cerca de la tercera ronda, la AC-14, desde donde los conductores pudieron ver con facilidad las llamas. Desde la residencia se veía el fuego también pero, según confirmaron responsables del centro, no llegaron a recibir ninguna llamada para una posible evacuación.

Al lugar acudieron también agentes de la Guardia Civil, la Policía Local y el Servicio Municipal de Emergencias de Culleredo, además de efectivos del cuerpo de bomberos de A Coruña que se sumaron al operativo.

La Consellería de Medio Rural coordinó el operativo e indicó que la estimación de superficie quemada fue de unas diez hectáreas, aunque en principio se habló de catorce. Sobre las 22.15 horas los efectivos ya dieron por controlado el incendio después de practicar un cortafuegos y lograr cortar la cabeza del fuego.

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El incendio de A Zapateira que cercó la tercera ronda quemó unas diez hectáreas

Al lugar del suceso acudió también el alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, que destacó que los esfuerzos también se concentran en dar con los responsables de este fuego y también de otros ocurridos en la misma zona en las últimas semanas.

De hecho, los agentes trasladados a la zona tomaron declaración a una mujer como posible testigo, ya que vio marcharse a un vehículo del lugar poco antes de iniciarse el incendio, y que podría ser el mismo avistado en el incendio forestal en la misma zona ocurrido hace tres días y que calcinó unos 5.000 metros cuadrados.

La fuerte humareda alarmó a vecinos de concellos limítrofes como A Coruña y de Oleiros. El aeropuerto de Alvedro se mantuvo en alerta también porque el fuego estaba cercano y el humo podría afectar al tráfico aéreo.

Se movilizaron muchos efectivos para evitar que el incendio afectase al aeródromo y a la carretera AC-14. Los hidroaviones Foca del Ministerio de Agricultura recogían agua de la zona de punta Langosteira y la soltaron en formación, uno detrás de otro, sobre las llamas.