Las fragas del Mandeo albergan un patrimonio natural esquivo, poco amigo de los focos, que hoy será protagonista de la VIII Semana de Custodia que organiza la Fundación Fragas do Mandeo en colaboración con la Reserva de Biosfera. Citas coa extinción da fauna mariñán es el título de unas jornadas que acogerá durante la mañana el Liceo de Betanzos en las que tres expertos pondrán la lupa sobre habitantes más vulnerables de este enclave natural, aves, reptiles y anfibios en peligro de extinción que luchan por sobrevivir en un entorno cada vez más hostil debido al cambio climático, la destrucción y fragmentación de sus hábitats y la proliferación de especies exóticas invasoras.

El profesor de Zoología de la Universidade da Coruña Pedro Galán será uno de los ponentes. Este investigador, en colaboración con la Fundación Biodiversidad, realiza desde hace años un seguimiento de la salamandra rabilarga y la lagartija serrana en la cuenca del Mandeo. Se trata de dos especies endémicas del noroeste peninsular que han sufrido un lento declive, un retroceso que podría ser imparable de no tomar medidas y, sobre todo, de no tomar conciencia. "La educación es el único camino, la cuenca del Mandeo alberga un patrimonio natural de enorme valor y hay que concienciar a la población. Estas dos especies poco vistosas, una lagartija y una salamandra, pero son exclusivas de aquí, solo existen en determinadas zonas del noroeste de la Península Ibérica, no las hay en ninguna otra parte del mundo", destaca este docente, que considera vital que la "ciudadanía empiece a defender el patrimonio natural como defiende el patrimonio artístico".

Galán recorre la cuenca del Mandeo desde hace años y ha sido testigo de la progresiva desaparición de la fraga que daba cobijo a estas especies en vías de extinción. "Hay muchos factores que han contribuido a su declive. Hay amenazas globales como el cambio climático y otros factores, como la desaparición del bosque autóctono, de las fragas atlánticas", apunta este experto, que apunta a la necesidad de frenar la proliferación del eucalipto en este enclave de ribera: "Basta subir al mirador de A Espenuca, desde ahí se ve que lo que queda de fraga autóctona es un pequeño reducto pegado al río y que todas las laderas son enormes plantaciones de eucalipto", lamenta.

"A nivel local hay mucho por hacer. Tenemos que intentar mantener los hábitats originales, conservar lo que queda de las fragas atlánticas", apremia Galán, que elogia la labor de entidades como Fragas do Mandeo, que trabaja desde hace años por recuperar este enclave natural.

Otros dos expertos, César Ayres y Emilio Martínez Sabarís, intervendrán en las jornadas para analizar la situación de otras especies amenazadas: el escribano palustre y el galápago europeo.