Los efectos causados en las playas del municipio de Arteixo por la construcción del puerto exterior, que se tradujeron en importantes modificaciones de su forma y de los sedimentos depositados en ellas, harán que la Autoridad Portuaria de A Coruña efectúe un seguimiento anual de su estado hasta que se estabilicen. Así lo explica el Ministerio para la Transición Ecológica al diputado en el Congreso Antón Gómez Reino, del grupo Galicia en Común, en respuesta a una pregunta sobre esta cuestión, en la que detalla que esa labor afecta a la evolución de la morfología y los sedimentos de los arenales.

El ministerio recuerda que la Declaración de Impacto Ambiental de las obras del puerto exterior incluía la ejecución de un seguimiento de las playas en el entorno de punta Langosteira y que en ese documento se mencionaba que la Autoridad Portuaria "llevará a cabo las actuaciones necesarias para, en su caso y cuando ello sea debido a las obras de las nuevas instalaciones, corregir los efectos que se produzcan".

Una vez concluida la construcción de la dársena, en 2015 se puso en marcha la comisión de seguimiento del Programa de Vigilancia Ambiental, de la que forman parte técnicos de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, así como de la Autoridad Portuaria, quienes comparten la información existente sobre las desviaciones que se puedan apreciar en los arenales próximos a Langosteira para adoptar medidas correctoras.

La labor de esa comisión hizo posible ya que se llevaran a cabo trabajos de corrección del movimiento de la arena en las playas de O Reiro, Valcovo, Combouzas y Barrañán. En la última de ellas se desarrolló durante este mismo año un aporte de 15.000 metros cúbicos de arena procedentes de la misma zona y se regeneró el sistema dunar en su zona oriental, según señala el ministerio.

En su pregunta, el diputado Gómez Reino señalaba que desde que se construyó el dique de punta Langosteira, el cambio de las corrientes marinas ha causado cambios en el perfil de las playas de las proximidades, de forma que la de Sabón, situada junto al puerto exterior, ha ganado superficie, mientras que las más alejadas, como Barrañán, Valcovo, O Reiro y A Hucha, han perdido arena. El parlamentario de Galicia en Común destacaba que Reiro "ha perdido tanta arena que se ha convertido en un pedregal" y preguntaba si estaba previsto que las obras causaran estas modificaciones, si se habían realizado estudios tras el fin de las obras y cuáles son las medidas que se prevén adoptar para regenerar los arenales afectados.

Los vecinos de la parroquia de Chamín denunciaron el año pasado que los cambios en las corrientes marinas habían causado el arrastre de la arena de la playa de O Reiro, hasta el punto de que su superficie había quedado cubierta por piedras. Antes del inicio del verano se realizó un vertido de 2.000 metros cúbicos de arena, procedentes de la que se había acumulado en Sabón por efecto del espigón de Langosteira, lo que permitió corregir la situación. La acción del mar hizo surgir además un nuevo arenal en la desembocadura del río Seixedo, junto a la playa de Sabón, que ya es frecuentada por numerosos bañistas durante el verano.