El PSOE de Cerceda hizo valer ayer su mayoría absoluta para burlar el pleno que había forzado la oposición para desbancar de su puesto al alcalde, José García Liñares, por su condena a ocho años de inhabilitación.

PP y BNG habían sumado fuerzas para forzar la convocatoria de un pleno con un único punto en la orden del día: tomar conocimiento de la sentencia que condenaba al regidor y, consecuentemente, decretar su incompatibilidad sobrevenida para continuar en el cargo como establece la ley electoral, que ve obligada la dimisión aunque el fallo no sea firme.

En una nueva vuelta de tuerca, el PSOE modificó la propuesta de la orden del día , que sustituyó por otra para decretar la improcedencia del punto propuesto por PP y BNG por "identidad sustancial" con el aprobado por el pleno el pasado 23 de agosto, en el que el PSOE, asesorado por el exministro Francisco Caamaño, había informado de la sentencia que inhabilita a Liñares y aprobado dar un plazo de diez días para que dimitiese por incompatibilidad sobrevenida o presentase un recurso contencioso contra ese acuerdo plenario por vulneración de sus derechos fundamentales.

En un intempestivo pleno a las ocho de la mañana que, pese a las horas, estuvo inusualmente concurrido, Liñares alegó que el punto incluido por la oposición ya había sido debatido en el pleno del 23 de agosto. El regidor sostuvo que el juzgado había aceptado a trámite su recurso contra el acuerdo adoptado en aquel pleno con los votos de su partido para declarar la existencia de una causa de incompatibilidad que le impedía seguir en el cargo y adujo que podía permanecer en el puesto hasta que se resolviese: "¿Podré recurrir, no? ¿Quién me lo impide? No voy a pasar por lo que diga el secretario y lo que digan ustedes", se defendió Liñares, que argumentó que no estaba inhabilitado porque no estaba cumpliendo la sentencia: "Si voy a Europa puedo estar seis años con pleitos", desafió.

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El pleno más madrugador en Cerceda, a las ocho de la mañana

La oposición asistió con incredulidad a la última vuelta de tuerca del PSOE para mantener a Liñares en el cargo. El portavoz del PP, José Francisco Santos, afeó al alcalde sus maniobras dilatorias, criticó que pretenda recurrir ahora en los juzgados un acuerdo del pleno que, paradójicamente, fue aprobado con los únicos votos del PSOE y denunció la falta de un informe técnico que dictamine si existe esa "identidad sustancial" a que se aferró al PSOE para retirar del orden del día el punto incluido por la oposición.

El PP acusó además a Liñares de omitir en el expediente que envió al juzgado el hecho de que el acuerdo que ahora recurre por la vía contenciosa había sido aprobado con sus votos, con lo que incumpliría la ley de bases de régimen local, que establece que solo están legitimados para recurrir por los acuerdos plenarios los concejales que hubiesen votado en contra de los mismos.

La formación acusó al PSOE de retirar del expediente que remitió a los juzgados un informe de Secretaría que advertiría precisamente de esa falta de legitimación.

El portavoz del BNG, Alberto Sánchez Regueiro, le acusó de paralizar instó al alcalde a "dejar de marear la perdiz" y leyó una resolución del Tribunal Supremo que ratificaba que los condenados a penas de inhabilitación para cargo público no pueden continuar en el cargo, sea o no firme.

Ningún argumento modificó la postura del PSOE. Todos los ediles votaron a favor de declarar improcedente la propuesta de PP y BNG. Liñares restó validez al fallo del Supremo a la que apeló el BNG, adujo que no sentaba jurisprudencia y que "por encima del Supremo hay varios tribunales en España y Europa". Al término del pleno y a consulta de los medios, avanzó su intención de pleitear hasta el final la ley electoral. "Voy en contra de esa ley", dijo rotundo. Y se encogió de hombros al recordarle que había sido aprobada por su partido. "Y por el PP", apostilló este veterano socialista antes de abandonar el salón de plenos.