El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, añadió ayer, sobre la denuncia del BNG de un segundo vertido a la laguna de Mera, de que no existió nada parecido. El color marrón que observaron los vecinos se debió a las algas que entraron por el canal de la laguna debido al mar de fondo, y que después, acumuladas y con el paso de los días, generan mal olor por la descomposición al "irse oxidando".

"Las algas huelen porque se pudren, es materia orgánica", reiteró ayer García Seoane, negando que se hubiese producido un vertido de residuales desde el bombeo como ocurrió el pasado mes de febrero. Vecinos de la zona también se quejaban de malos olores en la zona.