La Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha notificado al Ayuntamiento de Culleredo que descarta el proyecto de reponer la vía de tren por el municipio, ahora en desuso, para el transporte de carbón entre el puerto y la central de Meirama. El Concello cullerdense retoma, por tanto, su proyecto de aprovechar el trazado de la antigua vía férrea para crear la Vía Verde, una senda peatonal y ciclista de Orro a Boedo que había paralizado por la previsión proyecto del Ministerio de Fomento para facilitar el transporte de mercancías por esa vía.

Técnicos municipales estudian las cláusulas del convenio que regulará la cesión de los terrenos por parte de Adif. Una vez que se firme el acuerdo, el Ayuntamiento podrá llevar adelante su proyecto de enlazar Orro y Boedo con una senda verde de 6,8 kilómetros. La iniciativa municipal permitirá acortar distancias para los peatones y ciclistas que viven en el entorno, en comparación con la longitud de los trayectos por las carreteras de la zona, señala el Concello. Además, este trecho podrá tener continuidad con la senda ciclista que proyecta la Diputación desde Cerceda hasta Santiago, ya que la senda cullerdense irá desde el límite del municipio con Arteixo hasta el linde con el concello cercedense.

El Ayuntamiento buscará vías de financiación para ejecutar su proyecto. Además de estudiar las fórmulas posibles, el Concello prevé destinar a esta iniciativa fondos propios, avanza.

El proyecto, que Culleredo aprobó en pleno en julio de 2016, prevé acondicionar el firme y los laterales de la senda y crear puntos de descanso y servicios que permitan a los usuarios hacer paradas o organizar actividades vinculadas a la naturaleza, para lo que se podrían utilizar parte de las antiguas estaciones o casetas ferroviarias. En las inmediaciones se crearán zonas de aparcamiento, junto a los accesos, para fomentar su utilización, y se plantea que las entradas a la Vía Verde se encuentren en Orro, Bregua, Boedo, Ledoño, A Esfarrapa y Uxes, avanzó el Concello cuando anunció su proyecto. En el tramo que abarcará la senda existen cuatro túneles: el de Orro, de 410 metros; el de Bregua, de 843 metros; y dos en Ledoño, de 214,5 y 70 metros respectivamente. En los de más de 200 metros de recorrido se prevé instalar iluminación, al igual que en el pequeño si existe tramo en curva.

Trece años de espera

El Concello ya había intentado impulsar su propuesta para crear una senda entre Orro y Boedo en 2006. El Ministerio de Fomento dio entonces la misma respuesta que reiteraría en 2017: que pretendía recuperar la vía, desmantelada desde la puesta en marcha del AVE, para el transporte de carbón desde el puerto y, entonces, también rechazos de residuos desde Nostián.

En enero de 2017, el entonces alcalde cullerdense, Julio Sacristán, mantuvo una reunión en Madrid con responsables de Adif en la que se abordó la petición de cesión de cesión de los terrenos para la senda. El ente ferroviario respondió de nuevo, igual que una década atrás, con una negativa. Explicaron que, una vez se comenzase a funcionar con el ancho europeo, no podrían transportar mercancías por las vías de alta velocidad. Ahora, tras la renuncia, Culleredo retoma el plan.