Ana Isabel es como Supermán. Parece alguien normal hasta que descubres que es una superheroína, alguien con una fuerza emocional que puede con todos los retos de la vida y con unas dotes extraordinarias para la empatía y la solidaridad. Ana Isabel Leonett, conocida por su faceta como pintora, acaba de publicar un libro que en parte recoge la extraordinaria vida de su hermano Félix, guerrillero en Venezuela hasta la llegada al Gobierno de Hugo Chávez y convertido luego en diputado. La edición es benéfica: el dinero de las ventas será para el Club de Leones de Oleiros, al que pertenece. La obra, La vedette y el guerrillero, se presentará oficialmente el próximo miércoles día 9 a las 20.00 horas en la librería Arenas del Cantón Pequeño de A Coruña.

Leonett fue maestra durante veinte años en Venezuela y lo dejó todo cuando su marido, español, quiso volver. "Mi madre me dejó salir sola por primera vez el día que me casé', recuerda. Vinieron en 1978 pero él tuvo que regresar porque el dinero que había adelantado para montar una empresa en A Coruña, alguien se lo había llevado. "Él siguió trabajando en la empresa de construcción en Venezuela y yo me quedé aquí, saqué adelante a cinco hijas. Él me iba mandando dinero, pero me faltaba lo principal, el cariño. Yo quería hablar horas con él por teléfono. Fueron veinte años separados, un amor a distancia es muy complicado", relata Ana Isabel.

"Con las hijas me ponía la careta pero con la almohada lloraba mis penas", añade. Cuando su marido Andrés pudo volver a reunirse con la familia en 1998, se fueron a vivir a Mera y dejaron A Coruña. Por sus bodas de oro las hijas le regalaron un viaje a París que fue la inspiración para la novela, que habla del romance de una vedette bisexual del Moulin Rouge y un diputado exguerrillero.

"En ese viaje a París me decidí a ponerme a escribir la historia. Yo escribía canciones y poesías, nada más. Quería contar la historia de mi hermano. En la Universidad, él estaba en contacto con gente con ideas marxistas, era una persona que se preocupaba por la gente explotada, por los pobres, quería ayudar. Yo no comulgaba con sus ideas. Él estuvo muchos años en la montaña. Cuando quería vernos mandaba un coche, lo veíamos a veces nada más que diez minutos, se disfrazaba. Él era comandante. Un día le llamaron para ir a hablar con Fidel Castro pero cogieron el barco y lo detuvieron. Estuvo preso en varias cárceles, donde él enseñó a leer a otros presos. Yo fui a visitarlo muchas veces, la cárcel estaba en una isla y te llevaban por la mañana en lancha y te recogían por la noche. Estando en la cárcel ganó Rafael Caldera en las elecciones y hubo una amnistía y salieron los presos políticos, que formaron un partido y arrasaron. Fue cuando venció Chávez, y él salió diputado por el estado de Miranda", cuenta Ana Isabel. "Me da mucha pena cómo está ahora el país", apunta.

Desde su llegada a España colabora en varias iniciativas solidarias. Es voluntaria en el oncológico de A Coruña, acompaña a los enfermos. También forma parte de Cáritas y de los Leones. Esta defensora de la igualdad entre los sexos, de absoluta tolerancia, ha realizado varias exposiciones, en las que la mujer siempre es el centro.