El pleno de Miño aprobó ayer por unanimidad solicitar al Estado la agrupación de los dos préstamos concedidos por la deuda de Fadesa y la ampliación del plazo de amortización diez años más, hasta 2038. El Gobierno local y el PP coincidieron en la importancia de ambas medidas, que permitirán aliviar la carga financiera que soporta este Concello, al borde de la quiebra por la mastodóntica deuda con los expropiados por la urbanización Costa Miño Golf.

La sesión estuvo presidida por Catalina Morado por la ausencia del alcalde, Manuel V. Faraldo. La secretaria municipal explicó que la primera de las medidas, la agrupación de los préstamos, permitirá disponer de un nuevo período de carencia de tres años, por lo que el Concello no tendrá que realizar nuevos pagos hasta 2022. Esta medida se aplicará de forma automática tras la aprobación del acuerdo plenario.

La segunda medida, la ampliación del plazo de devolución hasta 2038, está supeditada a la presentación de un plan de ajuste que debe obtener el visto bueno de Hacienda, según explicó la secretaria, y permitirá rebajar la cuota anual de 1,5 millones a 662.000 euros. La funcionaria informó en la sesión que las medidas de ajusten serán básicamente las mismas que las recogidas en el plan de ajuste aprobado el pasado mes de septiembre para pedir un tercer préstamo de 7 millones al Estado para pagar los intereses pendientes a los expropiados.

Hubo unanimidad, pero también reproches. El PP acusó al Ejecutivo de pretender apropiarse de su gestión y recordó que fue el anterior Gobierno local el que se reunió con responsables de Hacienda para pedir ayuda. El popular Jesús Veiga recordó que el Ministerio ya había enviado una comunicación a finales del pasado mandato al Concello para informar de la apertura en octubre de una nueva convocatoria que permitiría ampliar el plazo de devolución y agrupar los préstamos.

El PSOE replicó que la convocatoria que detallaba las condiciones no se abrió hasta el pasado 9 de octubre y le echó en cara a los populares que aprobasen tarde y con errores la liquidación del presupuesto, que tuvo que ser corregida en septiembre y que era un requisito imprescindible para optar a estas medidas. "El mérito que tienen con esta deuda es crearla", les afeó la alcaldesa en funciones.

La aprobación del nuevo plazo de devolución no es automática. El Concello deberá aguardar aún el dictamen de Hacienda.