El Concello de Culleredo prevé iniciar en el plazo de dos semanas el proceso de liquidación de la concesión de A Garrocha, que fue rescatada en septiembre de 2018 tras 11 años de impagos del canon por parte de la concesionaria, Club de Campo As Mariñas, cuando la deuda ascendía ya a más del doble del aval depositado. El Ayuntamiento ha iniciado contactos con la Diputación para intentar hacerse con la propiedad de la instalación y destinarla a fines de uso social o deportivo.
El Ayuntamiento asegura que ya ha cobrado el aval, de 120.000 euros. Ahora, la Junta de Gobierno Local aprobará en una de sus próximas sesiones el inicio del expediente de liquidación, procedimiento que permitirá revisar el estado de la infraestructura y evaluar las reclamaciones pertinentes a la empresa. La Corporación aprobó por unanimidad en el pleno de septiembre del año pasado el rescate de la concesión entre críticas de PP, BNG y Ciudadanos por la demora del Concello en actuar, dado que la concesionaria dejó de pagar el canon en 2007 y el Gobierno local no había iniciado actuaciones al respecto desde entonces, pese a que los populares y los nacionalistas llevaron iniciativas a sesiones plenarias por el mal estado de las instalaciones y la prestación de menos servicios de los previstos. El exalcalde, Julio Sacristán, requirió expedientes e inició un trámite que no culminó.
El Concello pide la titularidad
El Ayuntamiento ha iniciado contactos con la Diputación, propietaria del recinto, para solicitar el traspaso de la propiedad de A Garrocha a manos municipales. El Concello quiere destinar el recinto a un uso social o deportivo y negociará la fórmula con la institución provincial, que recuerda que ya ha cedido al Ayuntamiento el uso y se muestra dispuesta a estudiar tanto la cesión del uso como el traspaso de la propiedad al Concello.
El Ayuntamiento encargará un estudio de viabilidad para crear un centro deportivo municipal, con piscina, sala de fitness y gimnasio. Encomendará a una asistencia técnica externa que evalúe A Garrocha como ubicación, por su buena situación y comunicaciones.
