Los dos pazos que fueron trasladados desde Alvedro a Tarrío durante las obras de ampliación de la pista del aeropuerto y el aparcamiento provisional situado junto a la N-550 son el objeto de las conversaciones que mantienen Aena y el Concello con el fin de darles un uso, ya que estas instalaciones, propiedad de la empresa pública, carecen de actividad. En el caso del parking, hace nueve años que permanece abandonado tras la apertura del nuevo.

El alcalde, José Ramón Rioboo, se entrevistó esta semana en Madrid con la directora general de Negocio no Regulado de Aena, María José Cuenda, con quien acordó la creación de un grupo de trabajo que analice los posibles destinos para estas propiedades, cuyo deterioro se trata de evitar, al tiempo que se genere una actividad económica o se aumente el bienestar de la población.

El Gobierno local considera que el aparcamiento es el lugar idóneo para la ubicación de la base municipal de seguridad ciudadana, aunque admitirá otro uso del recinto que pueda sugerir Aena si se considera que es beneficioso para la ciudadanía de Culleredo. En el caso de los pazos, si Aena no consigue que en ellos se desarrolle una actividad económica, el Concello propondrá que le sean cedidos con el fin de dedicarlos a usos vecinales.

El Gobierno municipal planteó también a Aena que acondicione los taludes de las dos cabeceras de la pista para que se garantice su conservación y se mejore su estética.

Rioboo se entrevistó también en Madrid con la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, con quien acordó crear una senda verde en el antiguo tramo del tren entre Orro y Boedo, donde se levantaron las vías. El recorrido se destinará a peatones y ciclistas y podrá enlazar con el de este mismo tipo que se abrirá entre Cerceda y Santiago, cuya finalidad es fomentar el ocio y el deporte al aire libre.