El Ministerio de Fomento reconoce en un informe que parte del actual acceso vial a Langosteira, que costó más de 80 millones de euros, quedará inutilizado si finalmente el proyecto de la cuarta ronda sale adelante. En concreto, se trata de los carriles que esquivan el peaje de Pastoriza y que enlazan la AG-55 con el acceso al puerto exterior. El Concello de Arteixo alerta desde hace años de que el Ejecutivo central pretende anular estas vías, que asegura que tuvieron un coste de 20 millones de euros.

"La solución actualmente en funcionamiento fue concebida desde el inicio por Fomento como una solución provisional. Por tanto, estos ramales son susceptibles de anularse cuando se complete la conexión del ramal de acceso portuario y la Red Nacional", afirma el documento, que está firmado por la directora del proyecto del contrato de la cuarta ronda, Marta Latas.

El informe, que fue elaborado por la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia en 2017 a petición del Ministerio de Medio Ambiente, recoge además que "no se considera necesario mantener el pago del peaje en sombra para el tráfico portuario en la AG-55". Fomento, la Xunta y la concesionaria de la autopistas firmaron en 2016 un convenio por el cual el Gobierno central se comprometía a indemnizar a la empresa por cada vehículo que usase estos viales. La Consellería de Infraestruturas denuncia que Fomento ya no abona esta compensación.

El Concello de Arteixo alerta desde hace años que Fomento pretende inutilizar estos carriles si se ejecuta la cuarta ronda. El alcalde, Carlos Calvelo, los denomina "los carriles de la vergüenza". El regidor asegura que el coste de esta parte de la obra, que forma parte del actual acceso a Langosteira, ha sido de 20 millones de euros. "Es una aberración", afirmó el alcalde.

Esta solución que el Gobierno central pretende inutilizar sirve para acceder a la autovía a Langosteira sin tener que pasar por las cabinas del área de peaje de Pastoriza si se viene desde el sur. La construcción de esta infraestructura requirió importantes desmontes en la zona de O Quinto Pino.

La cuarta ronda o el peaje

La Xunta y el Concello de Arteixo hicieron pública en octubre una propuesta que remitieron al Ministerio de Fomento para suprimir el peaje de Pastoriza, en la AG-55. Esta iniciativa supondría que el Gobierno central debería abonar una indemnización de 19 millones de euros. Las dos administraciones públicas gallegas piden que no se realice la prolongación del acceso a Langosteira, con un coste estimado de 27 millones de euros, y se destinen esos fondos a la eliminación definitiva del peaje.

El Gobierno central inicialmente rechazó esta iniciativa y apenas un día después rectificó y aseguró que la estudiaría. Después, el Ejecutivo local coruñés exigió la construcción de la carretera proyectada por el departamento estatal.

Todos los partidos de la Corporación local de Arteixo (PP, PSOE, BNG y Alternativa dos Veciños) aprobaron la pasada semana en el pleno una declaración institucional en la que instan al Gobierno central que salga elegido de las elecciones generales a participar en "una mesa de negociación" para que "se apruebe" la propuesta de la Xunta y el Concello de eliminar el peaje de Pastoriza.

Esta postura choca con la del Concello coruñés, que ha salido en defensa del proyecto de la cuarta ronda, la vía bautizada por el PP en 2014 y que unirá la autovía del puerto de Langosteira con la tercera ronda.

La alcaldesa, Inés Rey, salió en defensa de este proyecto respaldada por los responsables de los polígonos empresariales de A Grela, Pocomaco y Vío, y por la Federación de Asociaciones de Vecinos de A Coruña y el Área Metropolitana. "No renunciaremos a esta infraestructura", manifestó Rey.