La Consellería de Medio Ambiente ha impuesto una multa de 2.500 euros al Ayuntamiento de Betanzos por un vertido de aguas residuales al río Callou desde la red de saneamiento a la altura de Infesta. La sanción fue interpuesta en julio de este año y el Gobierno local ha aprobado el desembolso en un decreto firmado por la alcaldesa, María Barral.

El decreto del Ejecutivo municipal apenas aporta datos sobre este derrame, más allá de que concretar que la notificación autonómica tuvo entrada en el Concello el 22 de julio por "incumplimiento de la autorización de vertido de aguas residuales en el río Callou". Este río fue víctima de varios derrames en los últimos años, aunque la Xunta no llegó a aclarar la procedencia.

Uno de los episodios más graves se registró en 2016 y fuentes de la investigación explicaron en aquel momento que se trataba de un derrame orgánico procedente de matadero, aunque este extremo nunca llegó a confirmarse. Una auditoría de la Xunta a la depuradora de Betanzos apuntaba precisamente a las "altas concentraciones de grasas, materia orgánica y nitrógeno" de esta industria como uno de los principales problemas de esta planta de tratamiento.

El BNG reveló ayer la interposición de esta multa y avanzó su intención de reclamar explicaciones en el próximo pleno. Su portavoz, Henrique del Río, cargó contra el PSOE por asegurar durante años "que no había vertidos y que la totalidad del municipio estaba saneado". "No sabemos que fue de los expedientes por vertidos que anunció el Gobierno local, ya que no encontramos ningún acuerdo imponiendo multas, y ahora tenemos que ver como es el propio Concello el que es sancionado por verter aguas residuales a la ría", criticó ayer el concejal.

Del Río exige al Ejecutivo que aclare qué medidas ha adoptado para evitar nuevos derrames y lamenta su inacción ante las deficiencias en la red de saneamiento.