En un solo día se cayeron en Oleiros hasta quince árboles, la gran mayoría de gran porte y sobre vías principales. Así sucedió el día 13, cuando tuvo lugar el fuerte temporal que azotó toda Galicia. De estos quince árboles, tres se desplomaron sobre vehículos y uno sobre una vivienda.

El siniestro más grave tuvo lugar en la avenida Rosalía de Castro, casi en su confluencia con la rotonda de As Pedreiras, cerca de Os Regos. De los cinco gigantescos pinos de Monterrey centenarios que existían al borde de la carretera, y que el Concello exigió a la Xunta que se respetasen cuando se ejecutó la senda peatonal, ahora ya solo quedan cuatro. Uno de ellos, que estaba en un grupo de tres y que era el que tenía más inclinación sobre la calzada, se vino abajo sobre la carretera y alcanzó la vivienda del otro lado de la vía, destrozando parte de su muro de cierre. Este incidente obligó a cortar totalmente una de las vías principales de comunicación, que conduce a la capital municipal y a Sada, y requirió el trabajo de tala, desbroce y limpieza de más de dos horas por parte de los operarios del Grupo Municipal de Emergencias.

Otro de los árboles de gran antiguedad que se vinieron abajo afectando a varios coches fue un magnolio del parque Víctor Jara, frente a la Casa Consistorial. Tampoco en este caso hubo más que daños materiales. Sí hubo una persona herida en la rúa do Río, donde un árbol también se cayó sobre la calzada, cogiendo debajo a un vehículo que circulaba en ese momento por ella. Otro pino de gran porte de desplomó en A Covada, aunque en este caso no dañó a un vehículo, a pesar de estar situado junto a un aparcamiento, sino al tejado del complejo de la piscina municipal.

La piscina municipal de Perillo también resultó dañada por el temporal, aunque en este caso no fue un árbol que la dañó, sino el viento, que se llevó el tejado, como sucedió hace unos años. El Concello anunció que hoy mismo reabre la piscina al público, tras las obras de reparación. La apertura será a partir de las 17.00 horas.