La Asociación de Emprendedores de Galicia (Ascega) advirtió lo que el Concello de Oleiros no ha visto en los últimos once años: desde 2008 empezaron unas obras en el entorno de la propiedad Pazo do Río en Montrove sin licencia, y solo años después, en 2018, con la denuncia de Ascega, el propietario solicitó al Ayuntamiento una licencia para construir una carpa de 10x25 metros cuadrados, desmontable y provisional, permiso que el Concello le otorgó. Sin embargo, en esa fecha ya estaba construida, no una carpa de 250 metros, sino, totalmente terminada, una edificación de 645 metros cuadrados con suelo hormigonado, con salón, barra de bar, cuartos de baño y cocina. Todo en un suelo con calificación de urbanizable delimitado que debía desarrollarse mediante un plan parcial.

La Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU) de la Xunta realizó una inspección y certificó que la licencia se pidió mucho después de terminada la obra, y que en realidad se ejecutaron obras mucho más allá de lo que se decía en dicha licencia. La APLU ha estimado en 321.984 euros el mínimo de la sanción que podría proceder en caso de que se abra expediente sancionador.

Ascega ha destacado que seis días después del informe de la Xunta sobre estas irregularidades en Pazo do Río, fue cuando la empresa presentó al Concello de Oleiros la solicitud de licencia, pero para una carpa. Esta entidad había denunciado un año antes ante la Xunta la "existencia de una instalación ilegal destinada a actividades de restauración y celebración de eventos".

Pero pasaron siete meses, según dice, sin que no supiesen nada de la reclamación, pero esta se agilizó tras otra denuncia, a través de la Agencia de Turismo, que desembocó en un expediente sancionador al Pazo do Río por una "infracción grave" en relación a las condiciones de organización de bodas y banquetes. Sin una licencia para hacer bodas y comuniones "la cobertura para los contratantes y usuarios del evento no está asegurada", dice Ascega.