Nadie mejor que quien tiene en su familia a una persona con grandes necesidades de apoyo para explicar lo que supone una residencia con plazas públicas para su atención continua como la que entró en funcionamiento con quince plazas en el centro de Aspronaga en Lamastelle (Oleiros). "Mi hermano Enrique tiene 55 años, nació con una discapacidad y le he cuidado toda la vida. Esta residencia es muy buena para él, además es preciosa, pero para mí es aún mejor porque estaba ya muy agobiada. Esto supone un respiro muy grande, y menos mal que tenía gente en casa que me ayudaba. Esto es un consuelo muy grande para una familia, yo hace años que no sé lo que es salir, él es una persona que no puede estar ni un minuto sola, que se tira de la silla, y ahora ha desarrollado violencia. Esto no se paga con dinero, ¿qué precio tiene tu vida? Esto me da la vida", contaba ayer María Isabel Asensio.

En 1962, hace casi sesenta años, el coruñés Martín Pou, con una hija con discapacidad intelectual, publicó un anuncio en el periódico en el que pedía a todas las personas con familiares en la misma situación, que se reuniesen el 12 de marzo para fundar una asociación como la que había conocido en Valencia. Acudieron sesenta personas. Ese mismo año Pou puso la primera piedra de Aspronaga y ayer, con 92 años, descubrió junto al presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo, la placa con su nombre, porque así se llama esta nueva residencia que completa las instalaciones y servicios de Lamastelle. En este caso, la primera piedra, y la última, de la residencia, la costeó la Fundación Amancio Ortega, con una inversión de 1,5 millones de euros. Hace casi tres años que está terminada pero no pudo abrir hasta ahora por temas administrativos y burocráticos.

"Estoy seguro de que cualquier día uno de mis bisnietos pasará por delante de la residencia y dirá este era mi bisabuelo. Y yo sentiré una gran alegría, no olvidaré nunca en mi vida vuestro cariño", declaró emocionado Martín Pou.

"Yo creo que ya era hora de que se le reconociese a mi padre lo que hizo, él y otros seis fundadores principales empezaron Aspronaga, y después todo creció que es una maravilla. Mi padre está muy emocionado. Qué pena que mi madre, que falleció hace dos años, no pueda verlo", explicó una de los nueve hijos del fundador, Pitusa, acompañada de su hermana Chus, con diversidad funcional.

La Xunta financia íntegramente las quince plazas de esta residencia que integró en su red. Las familias ayer destacaban las instalaciones de la residencia, con salón, comedor, cocina, lavandería, dos salas de cuidados y curas, y habitaciones individuales luminosas con baños adaptados y televisión. Son 640 metros cuadrados en un edificio de planta baja, totalmente accesible. El inmueble cuenta con sistema de aerotermia para calefacción y generador por si se va la luz.

Evaluación

La gran mayoría de las plazas de esta nueva residencia están ocupadas por usuarios que llevan años en Aspronaga, y que han entrado tras una evaluación realizada por el Ejecutivo autonómico.

Aspronaga es una de las entidades de referencia en Galicia en relación a la atención a la discapacidad intelectual y actualmente presta servicio a unas 350 personas. Su constitución se realizó con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas con diversidad funcional y actualmente cuenta con un colegio de educación especial, un centro ocupacional, un centro de día, un centro para los afectados de mayor gravedad, un servicio de ocio y formación.