Un matrimonio octogenario y su hijo de 52 años fallecieron ayer en una casa de la parroquia de Fisteus, en el municipio de Curtis. La Guardia Civil investiga los hechos y, a falta de conocer los resultados de la autopsia, apunta como hipótesis más plausible del fallecimiento una intoxicación con el monóxido de carbono procedente de un generador que pusieron a funcionar cuando se quedaron sin luz a causa del temporal.

Fue el otro hijo quien encontró los cuerpos. El matrimonio, en cama, y su hermano, en el garaje, donde se encontraba el generador, según explicaron los efectivos del Grupo Supramunicipal de Emerxencias de Curtis. Manuel Estraviz tenía 86 años; Dolores Porto, 81; y su hijo fallecido, Amable, 52.

El alcalde, Javier Caínzos, se desplazó a la zona nada más ser informado de lo ocurrido y explicó a los medios que la aldea permanecía sin luz desde las ocho y media del sábado a consecuencia de la borrasca Fabien y que no se restableció el servicio hasta el mediodía de ayer. "Tenía conectado el generador eléctrico y todo indica que fue una elevada concentración de gas la que provocó esta terrible desgracia", explicó ayer a la entrada de la vivienda el regidor, visiblemente afectado. Los primeros indicios apuntan a que el fallecimiento ocurrió alrededor de la medianoche.

El matrimonio fue hallado en la cama, y el hijo apareció en el sótano de la casa junto a una linterna, se desconoce si para echar más combustible, para apagar el grupo electrógeno antes de irse a dormir o para revisarlo tras detectar un fuerte olor a gas, extremo este último al que apuntaba un allegado que se encontraba en la zona. Fuentes cercanas a la investigación detallan que el hijo accedió al sótano por la escalera interior y, al abrir la puerta, se propagó el gas por toda la casa, llegando a las habitaciones del piso superior. La vivienda, muy próxima a la iglesia de Fisteus, era de nueva construcción y estaba muy bien aislada, lo que facilitó que el gas se concentrase en el sótano, según explicó el alcalde.

El otro hijo del matrimonio, que vive en A Coruña, trató de contactar con sus padres y su hermano a lo largo de la mañana, y tras no conseguirlo, se trasladó con su hijo de nueve años a Curtis por la tarde y encontraron a los tres familiares fallecidos, según explicó a este diario un allegado. "Vivimos en un país muy avanzado, pero después a la mínima nos quedamos sin luz", reflexionaba ayer este familiar, que relató a este medio que el hijo fallecido había hablado con su hermano por la noche y le había dicho que iba a revisar el grupo electrógeno porque olía mucho a gas: "Si llega a venir por fuera y abrir el portalón del garaje ya estaba, pero estas cosas pasan y ya está, es mejor no pensarlo", se lamentaba este allegado.

La central de emergencias desplazó a la zona al Grupo de Emerxencias Supramunicipal de Curtis, agentes de la Guardia Civil, servicios sanitarios, Bomberos de Betanzos y al Grupo de Intervención Psicolóxica en Catástrofes e Emerxencias, que atendió a los familiares.

A lo largo de la tarde, se acercaron hasta esta vivienda de Fisteus vecinos y allegados de la familia, que explicaron que el matrimonio y su hijo vivían juntos y tenían una explotación ganadera. Los vecinos que se acercaron hasta el lugar relataban muy consternados que se trataba de una familia "muy querida en Curtis" y que el matrimonio, pese a su avanzada edad, se encontraba en buenas condiciones, con "algunos achaques pero muy bien de cabeza".

El alcalde trasladó el pesar de toda la Corporación local por el fallecimiento de esta familia "muy querida" en Curtis. "Es un duro golpe para todos. Ahora tenemos que volcarnos con el otro hijo", incidió el regidor, que permaneció en la zona hasta pasadas las nueve de la noche para acompañar a los familiares.

A consulta de los periodistas, Javier Caínzos explicó que en zonas rurales como Fisteus es habitual que las familias dispongan de generadores para garantizar el suministro eléctrico en caso de apagón, más aún si llevan las riendas de una explotación ganadera, como era el caso. Según explicaron los efectivos de emergencias, se daba la circunstancia además de que el octogenario fallecido debía conectarse a una máquina de oxígeno.

Aunque la intoxicación por monóxido de carbono es la causa más probable, la Guardia Civil mantiene abierta la investigación.