Los datos recopilados por Augas de Galicia revelan que en los últimos años fueron detectados metales y toxinas en el embalse de O Rexedoiro, que está ubicado en el polígono de Sabón. El Gobierno local ha decidido remodelar la captación de agua existente para que pueda garantizar un suministro de calidad durante todo el año. Para ello deberá instalar las líneas de tratamiento necesarias para eliminar estos contaminantes del agua que se utilice.

El anteproyecto para reformar la captación, que contiene los datos de la Xunta, señala que "las aguas del embalse presentan dos problemáticas diferentes que es necesario tratar independientemente". Se trata de la presencia de las cianobacterias y de manganeso, aluminio e hierro. A lo largo de los últimos años, Augas de Galicia detectó que en varios momentos se superaron los límites establecidos por la normativa que establece los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano.

Las cionabacterias „unos agentes que se pueden convertir en tóxicos y que puede llegar a limitar e, incluso, impedir los usos que se hacen del agua embalsada„ "son especialmente importantes a partir del mes de junio y estas floraciones se repiten anualmente, aunque con diferentes intensidad debido a diferentes causas", según recoge el anteproyecto para reformar la captación. No se ha observado la presencia de toxina disuelta, pero sí una elevada concentración de toxina intracelular de forma muy importante durante la floración de cianobacterias del año 2015. "Estos valores superan de forma muy considerable los valores máximos de toxina", indica el estudio.

En cuanto a la presencia de metales en el embalse, los análisis realizados detectaron "puntualmente una concentración" de aluminio superior al límite máximo". Ocurrió entre 2017 y 2018. El hierro mostró "picos de concentración" que sobrepasaron los límites máximos que fija la normativa. Ocurrieron especialmente entre 2014 y 2017. Desde entonces la presencia de este metal descendió. Sobre el manganeso, los análisis detectaron una importante concentración en 2014. El anteproyecto advierte de que "la práctica totalidad de las muestras analizadas superan" el tope que fija la norma.

La captación de agua de Sabón actualmente suministra agua al polígono, aunque no es de calidad durante todo el año. La obra prevista por el Concello pretende garantizar la potabilidad durante todo el tiempo. El coste de los trabajos es de 2,6 millones de euros, que serán financiados por la Diputación coruñesa. El proyecto también incluye la construcción de un depósito de agua junto al ya existente, en una elevación próxima a la avenida de la Prensa.

Esta captación de actualmente no suministra agua a las viviendas de Arteixo, solo a las empresas de Sabón.