Un recorrido por los cerca de 16 kilómetros de longitud de la carretera más transitada de Arteixo, la AC-552 (en su tramo entre el polígono de A Báscula y Larín), revela la disparidad de diseños y la poca planificación a la hora de instalar marquesinas de las paradas de autobús instaladas a lo largo de los años, además de que queda patente la nula accesibilidad de casi todas. En total, hay 31 refugios para esperar la llegada del autobús, que se reparten principalmente en ocho modelos diferentes, que cuentan también con submodelos.

El material más usado para estos elementos es el hormigón. Hay doce de este estilo en esta carretera. Se trata de una estructura difícil de dañar debido a la resistencia del material. Los únicos actos vandálicos que pueden sufrir son las pintadas. El problema que presentan es que no tienen el mejor "diseño", según reconoce el alcalde, Carlos Calvelo. Estas estructuras están más presentes en zonas rurales, aunque también las hay en espacios urbanos. Pueden verse en O Quinto Pino, la avenida de Fisterra, en Lañas y en Larín.

El segundo tipo más usado es el del refugio acristalado, con ocho. En esta categoría se incluyen tres modelos diferentes. Uno es la marquesina de la Xunta tradicional (casi toda con cristal), que puede verse en Vilarrodís, y otro es el Concello colocó también en la misma localidad hace menos de dos años, que sustituyeron a otras más antiguas de madera. El tercero apareció por primera vez hace unas tres semanas. Se trata de dos estructuras que instaló el Gobierno gallego dentro del plan de mejora de refugios de paradas de los servicios públicos de transporte, que prevé colocar 150 nuevas en Galicia. La novedad respecto a otros modelos es que combina cristal, metal y piezas de madera. Ayer, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, acudió a supervisar la colocación de la que está situada en la avenida Platas Varela, a la altura de la panadería O Forno da Vella. También hay otra que fue instalada en la avenida de Fisterra, junto a Pescanova.

Las de madera también abundan en la AC-552. Hay un total de siete, que a su vez se reparten entre tres modelos. Existe una con un cristal en la parte de atrás, otra que no lo tiene y otra que cuenta que casi cubre las cuatro paredes para intentar que los viajeros puedan refugiarse en su interior ante las inclemencias meteorológicas.

El recorrido por la arteria principal de Arteixo también revela la existencia de dos marquesinas ejecutadas con bloques de piedra.

El alcalde, Carlos Calvelo, explicó ayer, en la visita de la conselleira de Infraestruturas, que el Concello intentará unificar el tipo de marquesinas que se instalen para evitar esta enorme disparidad de diseños.