La rotonda de 32 metros del cruce de Sol y Mar ha sido diseñada incluso en su ornamentación: tendrá un borde de adoquín en todo su perímetro y en el centro se plantarán juníperos (también llamada sabina rastrera), un arbusto de hoja perenne que es muy resistente. Esta conífera se recortará, según el diseño del proyecto, con forma de una especie de triskel celta, aunque con ocho brazos. No será la única planta en esta obra. Alrededor de la glorieta se plantará otro tipo de arbusto, el cotoneaster, de pequeñas bolas rojas. Se plantarán además varios ejemplares de camelia japónica, en dos esquinas del cruce y en una isleta. La urbanización en superficie se completará con bancos y papeleras de madera de teka y marquesinas.