La despoblación del rural y el cese de explotaciones agrarias y ganaderas en Galicia deja centenares de prados y labradíos abandonados, lo que a su vez genera más despoblación. En esta situación, un instrumento como el Banco de Terras de Galicia (Bantegal), un órgano gestionado por la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) de la Xunta y que se puso en marcha en 2007, supone una medida importante de lucha contra esta tendencia al fomentar la movilidad de las tierras, que las que no se usan se alquilen a terceros, que estén productivas y no abandonadas. Al principio costó contar con un intermediario institucional (frente al pacto verbal de toda la vida entre propietarios) pero actualmente este banco ya tiene en toda Galicia 10.570 parcelas, de las que 3.879 están en la provincia de A Coruña (frente a las 1.537de Pontevedra, las 2.603 de Ourense y las 2.551 de Lugo) y suman más de 2.000 hectáreas.

En la comarca coruñesa y brigantina existen 284 parcelas en este banco, que integra tanto propiedades de particulares que las quieren alquilar por no usarlas como otras procedentes de masas comunes de zonas de concentración o reestructuración parcelaria e incluso las de propietario desconocido que incorpora el Ministerio de Hacienda. La inmensa mayoría son propiedad de Agader: 9.170 en Galicia y 3.680 en la provincia coruñesa (solo 147 son propiedad particular).

Solo nueve concellos de las comarcas coruñesa y betanceira cuentan con parcelas incorporadas. A Coruña, A Laracha, Bergondo, Cambre, Carral, Sada, Oleiros, Miño, Culleredo, Curtis, Cerceda y Monfero no figuran en el Bantegal. Tampoco Curtis, uno de los concellos con más explotaciones ganaderas, precisamente por tener más tierras en uso, explotadas. Oza-Cesuras es, con diferencia, el municipio con más propiedades en este banco, un total de 187, de las que cien están disponibles para alquilar y 87 ya están arrendadas. Le sigue Coirós con 37 y Vilasantar con 35.

El caso de Vilasantar llama la atención porque tiene alquiladas ahora mismo dos parcelas con una superficie muy poco habitual en Galicia: 64.436 y 51.186 metros cuadrados, ambas para uso forestal, a unos precios de 609 y 432 euros respectivamente. La gran mayoría de terrenos están alquilados por una renta de 20 euros al año en el caso de uso agrícola o ganadero, pero si es forestal es más alto. Arteixo (2), Abegondo (12), Betanzos (3), Paderne (7), Vilarmaior (1) e Irixoa (1) completan la lista de concellos del área con alguna parcela en el Bantegal.

El precio medio de renta por finca en la provincia coruñesa es de 68 euros al año (la media gallega es de 61). Según datos de la Xunta, el precio medio de la tierra rústica de uso agrícola se sitúa en 1,5 euros el metro cuadrado, superior a la media española.

El Bantegal es un instrumento público de intermediación, ayuda en caso de conflicto, y devuelve el terreno cuando acaba el arrendamiento en condiciones similares al inicio. En caso de impago del arrendatario, garantiza el cobro del precio de garantía. El particular fija el precio aunque hay unos mínimos aprobados por el Consello da Xunta. Se pueden incluir parcelas en Bantegal en cualquier momento pero para arrendar se abren unos plazos, dos veces al año, en marzo-abril y en octubre-noviembre.