"Ahora no ves tantos socavones porque algunos vecinos echaron gravilla y cemento ellos mismos pero la calle está destrozada y cuando llueve es horrible. Hasta yo tengo cogido la pala. O te montas en la acera o te comes los baches. No sabemos si reír o llorar, son tres años de obras, más de un año paradas, nadie viene nunca a darnos explicaciones, decir cómo van los trabajos, no nos avisan cuándo van a cortar la calle. Cogen y rompen", explicó el presidente de la Asociación de Vecinos de Almeiras, Jesús Sesar. La rúa Pereiros en Almeiras tiene unas vistas espectaculares pero también sufre el estruendoso ruido de los aviones del aeropuerto situado a escasos metros, y desde hace casi tres años, también padece las obras de Emalcsa para construir el gran depósito de agua que distribuirá a toda la comarca. Se preveía que entrase en funcionamiento a principios de 2018 pero la última previsión es en junio de este 2020.

La obra comenzó en junio de 2017 pero en diciembre ya se paralizaba por un tendido eléctrico. La grúa que se iba a instalar para construir la estructura del depósito chocaría con los cables, por lo que hubo que esperar a que Fenosa (ahora Naturgy) soterrase el cableado en ese tramo y construyese un nuevo poste. Al lado, el local social de los vecinos, el parque infantil, una pequeña zona verde de recreo y el campo de fútbol. En este entorno tan sensible y de tanto paso de vecinos y usuarios es donde se desarrollan estos trabajos que han generado un enorme malestar entre los residentes.

"Hay un gran descontento porque son casi tres años con la carretera levantada, lleno de polvo, con casas que le han salido grietas. Gracias al Culleredo, que entrenamos en su campo, sino el equipo estaría desecho, porque el nuestro está ocupado porque una de las tuberías del depósito de agua lo atraviesa por debajo", destacó Nacho Aleja, el presidente del equipo de fútbol del Almeiras, que además tiene dificultades económicas por una deuda del IBI aún pendiente y la falta de subvenciones.

"Los vecinos tienen sitio de sobra para aparcar, pero quieren hacerlo justo delante del centro social. No es culpa nuestra este retraso, estuvimos veinte meses parados por Fenosa, en cuanto pusieron el poste y enterraron el cableado retomamos el trabajo, el pasado noviembre. Y acabaremos en junio", destacó uno de los responsables de la UTE que ejecuta el depósito. Emalcsa también confirmó ayer estos términos y el fin de la obra, que el pasado noviembre al parecer iba por el 50% de ejecución. No solo Fenosa complicó esta actuación. También hubo demoras por la licencia y por el permiso de Patrimonio por el cercano Camiño inglés, según apuntan los vecinos. "Lo peor van a ser las dos casas que tienen el depósito encima. El ruido que van a tener va a ser tremendo", apuntó un vecino.