La titular del Juzgado de Instrucción número 2 decretó el pasado viernes la puesta en libertad de D.M.E., presunto responsable de la muerte de un hombre en una fiesta de Nochevieja en Oleiros, al considerar que puede ser acusado de un delito de lesiones dolosas con instrumento peligroso en concurso con otro de homicidio por imprudencia grave.

D.M.E., de 27 años, se encontraba hasta entonces en prisión por orden judicial como el supuesto autor de un delito de homicidio, pero los resultados de la autopsia hicieron que la jueza decidiese modificar la situación del acusado, que ahora solo debe presentarse ante el juzgado cada quince días y dar cuenta de sus posibles cambios de domicilio.

El informe forense inicial había mencionado la causa de la muerte de Enrique G. C., de 31 años, fue una hemorragia subdural, que se produce al romperse la membrana que rodea al cerebro. Pero los estudios que se efectuaron revelaron que no existían fracturas en el cráneo y en la cara, así como que la duramadre, la membrana cerebral situada más cerca del cráneo, se encontraba intacta.

D.M.E. había sido enviado a prisión porque la jueza le consideraba el responsable del fallecimiento de la víctima tras haberle golpeado en el rostro con un cenicero durante una discusión en un hotel en fin de año, agresión que niega el acusado, pero los resultados de la autopsia llevan a pensar que la muerte pudo deberse a otras circunstancias que deben ser aclaradas. Entre ellas podría estar una caída tanto accidental como causada por la supuesta agresión que habría sufrido.

El incidente que dio origen a la muerte de Enrique G.C. se inició en la barra del hotel por una discusión entre dos grupos de asistentes a la fiesta de Nochevieja. Aunque en un primer momento ambas partes fueron separadas, la discusión se reinició dos veces más y acabó por extenderse a la entrada del establecimiento, donde habría sucedido el supuesto golpe en la cara del acusado a la víctima.