Los que ayer por la mañana aprovechaban el buen día para caminar junto a la playa de Santa Cruz no percibieron que el suelo del paseo, a la altura del monumento al emigrante, tiene dos grietas y está ligeramente hundido respecto al resto. Tampoco vieron, salvo los que bajaron a la arena, el enorme boquete que se ha abierto en la base del muro que sostiene el paseo, a la altura de ese monumento. La fuerza de los últimos temporales y sobre todo, la dramática pérdida de arena de esta playa, están desestabilizando esta estructura hasta convertirla en un peligro, como ocurrió hace unos años al otro lado de este paseo, donde se abrió un agujero tan grande que entró dentro un camión.

Junto al enorme boquete de la base del paseo, donde cabe perfectamente dentro una persona y sobra espacio, existen también otros dos agujeros. Son más pequeños pero permiten observar que el agua ha eliminado todo el material que unía las piedras y algunas están apenas sujetas. El regidor de Oleiros, Ángel García Seoane, anunció en junio de 2019 que se iba a elaborar una memoria para iniciar el arreglo del paseo y cuya finalización se estimó en un año, en junio de 2020.

García Seoane, reiteró ayer que solicitará ayuda a Costas para arreglar este paseo ante los graves desperfectos que presenta. Santa Cruz, donde se han construido cuatro edificios nuevos y un hotel en los últimos dos años, es ahora mismo el núcleo de mayor actividad del municipio y uno de los más turísticos, y un paseo en este estado no es precisamente un atractivo.

Para ir a la playa de Santa Cruz por la antigua bajada, la rampa y escaleras, ahora mismo habría que saltar una altura de 1,60 metros. Aquí es donde se aprecia mejor la enorme pérdida de arena de este lugar. La base del paseo está en el aire, se ve el interior desde abajo. La otra bajada a la playa, por la Plaza do Castelo, también tiene su rampa rota en dos en la parte final, también a causa de la pérdida de arena, haciendo imposible la bajada para personas con problemas de movilidad, pues hay que saltar entre los enormes bloques. En la mañana de ayer la marea estaba muy baja y se podían observar todas las piedras sueltas y rocas de la playa, que antes cubría la arena.

El profesor emérito y experto en Geología Juan Ramón Vidal Romaní ya explicó a este periódico en una ocasión que esta playa estaba totalmente edificada a su alrededor y eso no contribuía a la "dinámica natural" de la costa, de restauración natural de la arena. Vidal Romaní apuntó que la única solución es rellenar, aportar arena, que aguantará un tiempo. También destacó el impacto que tendrá la subida del nivel del mar en este malecón.