El Concello de Betanzos ha revocado los acuerdos de enero y mayo de 2018 por los que impuso sendas multas coercitivas de 5.000 euros a la entidad General de Edificios y Solares, propiedad de Naturgy, por desoír las órdenes de apuntalar la fábrica de la luz para evitar derrumbamiento.

El Ejecutivo municipal aprobó en junta de gobierno dejar sin efecto los decretos por orden judicial. Según informan desde el Ayuntamiento, el Juzgado Contencioso Administrativo número 3 de Coruña dio la razón a la empresa en lo relativo al riesgo de realizar intervenciones desde el interior al no poder ser desarrolladas en condiciones de seguridad.

A raíz de la resolución, Concello y empresa mantuvieron un encuentro en el que, según informan desde el Ejecutivo, Naturgy se comprometió a realizar obras desde el exterior para evitar el derrumbe de este inmueble, catalogado con la categoría de monumento que podría sucumbir si no se toman medidas con urgencia, según los expertos. Naturgy evitó confirmar a este medio la existencia del compromiso al que apela al Ejecutivo.

Más de un año después de que la Xunta desestimase las alegaciones de General de Edificios y Solares y declarase monumento la fábrica de la luz, las obras imprescindibles para evitar su desaparición siguen sin fecha.

El BNG instó ayer al Gobierno local a tomar ya medidas y lamentó todos los años perdidos para recuperar este bien singular. "En este asunto el PSOE pasó de negarse a catalogar el edificio a, cuando al fin se logra su catalogación como monumento industrial, jugar a dejar correr el tiempo sin forzar a Naturgy a garantizar su conservación", criticó ayer el nacionalista Henrique del Río, que se muestra convencido de que la empresa "está decidida a echar abajo el edificio". La formación apela de nuevo a analizar todas las vías para intentar adquirirlo antes de que sea tarde.