El colegio Juana de Vega de Nós se inauguró en el verano de 2015, es el centro más nuevo de Oleiros y muchos detalles se fueron terminando después de la apertura, como hacer un acceso directo y asfaltado desde la avenida Salvador Allende y cambiar la circulación en Alexandre Bóveda o mejorar el muro de piedra. Sin embargo, el centro educativo aún tiene necesidades, algunas tan perentorias como cubrir el patio de Infantil porque los niños en el recreo, si llueve, no salen del aula. Y en Galicia suele llover bastante. La directiva de la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) del centro mantuvo ayer una reunión con el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane; y la concejal de Ensino, María José Santos, para solicitar mejoras, algunas que podrá realizar el Concello y otras que son competencia de la Xunta.

"Desde el Ayuntamiento tienen muy buena disposición, nos han dicho que hablarán con la Xunta para que se cubra el patio de Infantil, al igual que el de Primaria, nos apoyan", explicó la presidenta del ANPA, Marta Casares.

Otra demanda de los padres tiene que ver con el aparcamiento. "Hacen falta más plazas, que se pinten, que se delimiten, porque ahora no están, y que se ponga una acera para más seguridad así como una zona de aparcamiento para bicicletas", agregó Casares. El Ejecutivo también confirmó que "está previsto" realizar la ordenación y delimitación de este estacionamiento exterior.

Otra petición fue el acceso por la rúa Alexandre Bóveda. Ahora el tráfico por esta estrecha vía, que atraviesa un núcleo rural, tiene sentido único, solo ascendente, en horario escolar, cuando llega el autobús entre las 08.30 y 09.30 y entre las 13.30 y 15.30.

El Ejecutivo tomó esta medida porque no cabe un bus y un coche al mismo tiempo, en sentidos distintos. Sin embargo ahora el colegio Juana de Vega imparte cursos de apoyo en un horario de tarde y el ANPA demandó que se ampliase esta restricción de sentido único hasta las seis de la tarde, una demanda que el Concello también aseguró que va a atender.

La directiva de la asociación de padres y madres reclamó también que los niños puedan acceder a la Finca Tenreiro, el gran parque público adquirido por el Concello oleirense y que incluye un arbolado excepcional en una propiedad con mucha historia y leyendas (y que está cerrado desde hace años por sucesivos talleres para arreglar las viviendas anexas y ahora mismo, la casa principal, un conjunto que se destinará próximamente a albergue juvenil).

La asociación de padres y madres quiere que los niños, que tienen un jardín espectacular al lado del colegio, puedan disfrutar de él, por ejemplo mientras se comen el bocadillo.

Los progenitores además pidieron al Gobierno local que se instalasen fuentes en el exterior del recinto escolar, para el uso de los pequeños, además de que se realice un mantenimiento frecuente de los árboles de la entrada, para evitar posibles caídas de ramas (muchos niños vienen andando desde sus casas).

El Ejecutivo también se comprometió a supervisar el servicio de limpieza del centro educativo, tras quejas de los padres por la anterior concesionaria del servicio.