La concesionaria de Nostián, el Ayuntamiento de A Coruña y el Consorcio As Mariñas vivieron un tenso final de año tras anunciar la alcaldesa de la ciudad, Inés Rey, que prorrogaría el contrato por la demora en la elaboración de los pliegos, que no estarían listos para la fecha de vencimiento, el 31 de diciembre. Albada rechazó que tuviera que mantener las mismas condiciones y, en concreto, aseguró que no tenía obligación de continuar con la prestación de servicio al Consorcio, por ser un cliente más, a diferencia de sus obligaciones para con el Ayuntamiento de A Coruña, titular de la planta, argumentó. El ente comarcal sostuvo que un acuerdo firmado dictaba que las condiciones de Nostián debían ser las mismas para la ciudad que para el ente y declaró la "prórroga forzosa". Al tiempo, ante el anuncio de un ERE con el argumento de que la exclusión del Consorcio rebajaría volumen de trabajo, la plantilla convocó una huelga para el 8 de diciembre. La suspendió el día 18, un día después de que el Concello aprobara intervenir la planta.