La Terraza de Sada ya es oficialmente un Bien de Interés Cultural (BIC), tras la publicación ayer del decreto de la Xunta en el Diario Oficial de Galicia y el Gobierno local considera que para garantizar la rehabilitación y conservación de este singular inmueble es necesaria una "futura gestión pública municipal" que implica calificar el edificio como equipamiento sociocultural público como prevé el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).

Este monumento modernista de madera y cristal está en zona de dominio público marítimo terrestre y con concesión a un particular desde la primera en el año 1922. Los actuales responsables solicitaron la prórroga de dicha concesión en mayo de 2017 pero Costas aún no ha contestado.

El Concello sadense presentó alegaciones en contra y ahora de nuevo ha reiterado que seguirá demandando al Estado que no se prorrogue esta concesión y que se desafecte del dominio público estos terrenos, para después cederlos al Ayuntamiento, pues así sería "más viable la gestión" del BIC, en cuanto a planificación, medidas a tomar y financiación, entre otros.

El Ejecutivo local destaca que abrirá de forma inmediata un expediente para modificar el PXOM, como plantea el decreto de la Xunta, con el fin de incorporar al catálogo este régimen de protección de La Terraza y sus usos. Pero el regidor, Benito Portela, también apunta que esta previsión del plan general debe "concretarse y precisarse en un futuro plan director", y así lo incluirá en la ficha del edificio. Portela precisa que aunque se prevea una futura gestión pública, esta será compatible con la "continuidad del uso hostelero parcial", es decir, que podría continuar como ahora, como cafetería, pero con concesión municipal, no gestionada por una persona particular.

La Xunta en el decreto de declaración de BIC señala que su estado es "precario", sobre todo, sus "elementos compositivos y ornamentales" y requiere una "restauración adecuada" para recuperar el color y diseño originales, de los que se conservan datos.

La Consellería de Cultura también pone de relieve que las actuaciones recientes en este edificio "no corresponde con los sistemas y materiales adecuados para los materiales originales". Añade que muchas intervenciones realizadas "ya modificaron" este bien, sus acabados e incluso su ornamentación y alguno que se puso, debería "ser objeto de completa revisión o sustitución en el marco de un proyecto de restauración complejo".

Este decreto implica la "máxima protección y tutela" del BIC y la necesidad de elaborar un proyecto o plan integral de conservación de este monumento y después, cualquier obra o rehabilitación que se pretenda hacer debe ser autorizada por Patrimonio.

La Xunta defiende que el uso actual de hostelería y otros relacionados con el ocio y cultura es "adecuado" y debe seguir para su adecuada "interpretación' y porque se mantiene su "autenticidad" porque también originalmente era para eso, es un quiosco típico de los años veinte, de los que casi no existen, que se construyó en 1912 en los jardines de A Coruña y se trasladó a la playa de Sada entre 1919-1920, donde se convirtió en un elemento esencial de la vida social de la villa y hoy, en uno de sus símbolos de identidad.