Una protesta no basta, dos no son suficientes. El punto negro de la carretera DP-0810 que une Guísamo con Guiliade, donde hace menos de un mes murió un ciclista arrollado por un camión, volvió a ser ayer otra vez, como la semana pasada, punto de encuentro de vecinos y aficionados a la bicicleta para reclamar la mejora del vial en ese estrecho punto. La falta de espacio junto al muro catalogado de la finca conocida como Villa Julia o Valdeameno complica las maniobras y los vecinos de la zona llevan quince años pidiendo que se amplíe la carretera. La alcaldesa de Bergondo, Alejandra Pérez, asegura que el muro no tiene valor patrimonial.