El Ministerio de Hacienda ha concedido al Concello de Miño un préstamo de siete millones que permitirá pagar los intereses de demora a los expropiados por la macrourbanización de Martinsa Fadesa y poner punto y final a un conflicto judicial de 18 años. El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, comunicó ayer al Ayuntamiento miñense la concesión de este crédito, con un plazo de devolución de diez años, dos de ellos de carencia: "Se trata de un día muy importante para Miño, este préstamo supondrá un importante desahogo para las arcas municipales", incidió el responsable estatal en una comparecencia pública en la Delegación del Gobierno que tuvo lugar a menos de un mes de las elecciones autonómicas.

Este préstamo de 6,9 millones se suma a otros dos que Hacienda concedió en los últimos años a Miño por un total de quince millones de euros para pagar la deuda principal a los cerca de doscientos expropiados por esta macrourbanización que se ha convertido en un paradigma de la fiebre del ladrillo. El alcalde miñense, el socialista Manuel V. Faraldo, que acompañó a Javier Losada en la rueda de prensa, aprovechó la ocasión para agradecer la gestión de Hacienda y la Delegación del Gobierno y, especialmente, la "generosidad" de los expropiados.

El regidor hizo hincapié en que el Concello de Miño no habría podido solicitar este tercer préstamo de no ser por que los expropiados renunciaron al recargo sobre los intereses reconocido en las últimas sentencias y que habrían obligado al Concello a desembolsar otros 300.000 euros al año. El regidor alabó la paciencia de los afectados, unas doscientas familias que se enfrentan desde hace casi dos décadas con el Concello de Miño en los tribunales. Los juzgados les dieron una y otra vez la razón, recordó Faraldo: "Ganaron sentencia tras sentencia".

El Ejecutivo municipal llegó a un acuerdo con el 99% de los afectados para zanjar este enquistado conflicto a cambio de pagar los intereses pendientes antes del 31 de mayo de este año. "Fuimos el primero gobierno en sentarnos con los expropiados", destacó el alcalde, que detalló que el Concello tendrá que empezar a pagar este tercer préstamo de 7 millones en 2023, a razón de 700.000 euros por año, y que negocia un acuerdo con Xunta y Diputación que permita alargar el período de devolución y reducir la cuantía anual de la cuota.El Gobierno municipal celebró ayer un "hito histórico" que permitirá que la deuda de Fadesa deje finalmente de crecer.

La concesión de este tercer préstamo llega después de que el Ministerio de Hacienda accediese a la petición unánime de la Corporación miñense de agrupar los dos préstamos concedidos por la deuda de Fadesa y la ampliar el plazo de amortización diez años más, hasta 2038. Esta operación permitirá rebajar la cuota anual de 1,5 millones a 662.000 euros.

El cambio en las condiciones del préstamo, que comenzó a tramitarla ya el anterior Gobierno local, supone un importante desahogo para Miño, un municipio de seis mil habitantes asfixiado por la desorbitada deuda derivada de las irregularidades en la tramitación de la urbanización de Fadesa. Pese a ello, la situación económica del Concello sigue siendo delicada. El Ejecutivo municipal se vio obligado a aprobar un nuevo plan de ajuste para solicitar el préstamo de siete millones que ha sido concedido finalmente por Hacienda.

Desde el Gobierno local admiten las dificultades, pero inciden en que la modificación de las condiciones supone un balón de oxígeno que dará más margen para ejecutar inversiones.